Diego Maradona defendió el uso del videoarbitraje aunque reconoció que esto hubiera invalidado uno de sus goles legendarios.
$bp(“Brid_00995948”, {“id”:”6126″,”width”:”800″,”height”:”478″,”video”:”154139″});
Para algunos fue un homenaje a la picardía, a la más absoluta creatividad puesta al servicio del fútbol; para otros, la jugada que ejemplifica el hecho malicioso al que el deporte no debería dar lugar. Opiniones y fundamentos al margen, lo cierto es que de haber mediado el videoarbitraje nunca nadie hubiera hablado de La Mano de Dios.
Y fue el propio Diego Armando Maradona quien, en una entrevista concedida a la FIFA, organismo del que hoy se siente parte, confirmó esta presunción: “Me puse a pensar y, claro, con tecnología ese gol no habría contado, no lo habrían convalidado. Y te digo más: en el Mundial de 1990 también usé la mano contra la Unión Soviética para despejar una pelota en la línea nuestra. En aquel momento el árbitro tampoco la vio, ¡tuvimos suerte! Pero en aquella época no había posibilidad de usar la tecnología, hoy es otra historia”.
Con su obra ya salvada y protegida contra el paso del tiempo, el Diez se permitió hacer una defensa de las nuevas tecnologías introducida por FIFA durante la presidencia de Infantino: “El fútbol no se puede quedar atrás. Si la tecnología avanza como avanza, si todos los deportes la utilizan, ¿cómo no vamos a considerarla para el fútbol?”, argumentó.
Volviendo en el tiempo una vez más, Maradona resaltó con su gol con la mano no fue el único momento histórico que hubiera sido diferente de haber mediado la tecnología: ¡Ojo que Inglaterra ganó el Mundial del 66 con una pelota que no cruzó la línea! La cosa es para todos. “Lo mismo, pero al revés, pasó en 2010. Aquel tiro de Lampard contra Alemania que cruzó la raya y no se cobró. Inglaterra tenía la pelota, metió el gol que merecía hacer. ¡Pero después de esa jugada Alemania creció y cambió el partido por completo! Son muchas las jugadas que pudieron cambiar la historia de los Mundiales con el uso de la tecnología. Es hora de cambiar eso”, concluyó el autor, además, del gol más hermoso que se haya visto en un Mundial.