Este dueño le cumplió el sueño a todo gato que viva en un hogar de ciudad, quizás en un departamento, lejos de la naturaleza.
Sin dudarlo, fue al supermercado y compró una cantidad increíble de papel higiénico, pero no para su función original.
El hombre cubrió por completo la sala de estar de su casa con estos rollos, convirtiéndola en un paraíso para el animal.
Al verlo, enloqueció: comenzó a saltar para todos lados y a jugar como un niño que recién entra a una juguetería.
De igual manera, desde Bolavip les recomendamos: no lo prueben en sus casas…¡porque después hay que limpiar!