Ronaldinho es, sin discusión, uno de los jugadores más especiales que han jugado al fútbol. Su carisma, su increíble técnica y habilidad, hicieron que rápidamente genere adeptos a lo largo y ancho de todo el mundo.
Lo que Dinho hacía en Europa, llegaba a cada rincón del Mundo. A cada rincón de México. Por eso, fue Querétaro quien se animó a llevarlo a sus filas después del paso del jugador por Atlético Mineiro.
Su estadía enla Liga MX fue tan fugaz como productiva, porque el Crack terminó con 8 goles y 8 asistencias en 29 partidos jugados. Pero el momento más especial que disfrutó el brasileño fue cuando le tocó visitar el Estadio Azteca, las tierras del América. Y fue tal las sensaciones, que se animó a compararlo con otro estadio mítico: ¡El Santiago Bernabéu!