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El nivel de intensidad de la PremierLeague hace que a veces los choques entre los jugadores pasen a mayores. Este sábado, en Southampton y Manchester United, fue el ejemplo.
Apenas a los diez minutos de juego, Romelu Lukaku le ganó un cabezazo al central Wesley Hoedt. No obstante, justamente el belga se llevó la peor parte al impactar las cabezas.
Al instante, el centrodelantero cayó al suelo y se quedó tendido ahí. Rápidamente, los médicos de los Diablos Rojos ingresaron al campo y, aunque estaba consciente, se fue sustituido.
En camilla, inmóvil y con un tubo de oxígeno: la imagen de Lukakual salir de la cancha ha dejado con preocupación a todo el mundo del fútbol.
