Entre sus muchas peripecias y particularidades, el futbol nacional ha sufrido varias relacionadas con la Selección Mexicana. Algunas de ellas han sido de auténtica angustia en su debido momento como consecuencia del empalme de fechas. La calendarización de juegos ha puesto a sufrir al Tri y a la afición.
Partidos oficiales y torneos se le han juntado a la selección, problemas que se han tenido que solucionar sobre la marcha con decisiones desesperadas como disfrazar a los clubes para que representen a México a nivel internacional.
Comando puma
México tenía la atención depositada en las eliminatorias mundialistas para Corea-Japón 2002. Era imposible pensar en otra cosa hasta que los dirigentes se acordaron de que también se tenía que participar en la Copa USA.
Para no fallar en ninguno de los compromisos, se determinó pedirle de favor a Pumas y Hugo Sánchez que se pusieran la verde para representar al Tri en el torneo. Reforzándose con jugadores como Luis Pérez (Necaxa), Paulo César Chávez (Chivas), Daniel Osorno (Atlas), Oscar Mascorro (Toros Neza) y Luis Hernández (Galaxy), los felinos tricolores empataron 2-2 con Irlanda, vencieron 4-2 a Sudáfrica y perdieron 3-0 contra Estados Unidos.
La máquina libertadora
Luego de que la dirección técnica de Enrique Meza al frente de la selección pusiera en riesgo la clasificación a la Copa del Mundo de Corea-Japón 2002, Javier Aguirre asumió la responsabilidad de conseguir el pase prácticamente sin tiempo para armar un equipo.
Para cumplir con la encomienda, el Vasco recurrió a convocar a los jugadores mexicanos del Cruz Azul, porque atravesaban un gran momento futbolístico después de llegar a la final de Copa Libertadores contra Boca Juniors en 2001. El buen nivel de los celestes se extendió a las eliminatorias y se consiguió el boleto mundialista.
Las águilas del Piojo
En otro de los episodios que por poco terminan en tragedia para el futbol nacional, Miguel Herrera fue el bombero elegido para evitar que el Tri se quedara sin ir a Brasil 2014 como consecuencia de un proceso en que Chepo de la Torre dejó a México al borde de la eliminación.
Los federativos apostaron por el Piojo y su trabajo hecho con América. El entrenador aplicó idéntica estrategia que Javier Aguirre en 2001 y moldeó al Tri con una base americanista complementada con jugadores del León. Fue una solución exitosa; Nueva Zelanda no fue rival en el repechaje.
La fiera del ‘52
México había sido invitado al primer Campeonato Panamericano de Futbol en Chile. Era un compromiso de extraordinario roce internacional con selecciones sudamericanas, por lo que la Federación Mexicana de Futbol decretó que el equipo que resultara campeón de la temporada 1951-52, sin sus jugadores extranjeros, debía acudir al evento con la camiseta nacional. León conquistó el título, por ende el encargado de la misión.
Los resultados no fueron favorables en territorio andino. La Selección Mexicana perdió 1-3 contra Uruguay, 0-4 contra Chile, 0-2 contra Brasil y 0-3 contra Perú. El único partido que se ganó fue contra Panamá (4-2). Aquel equipo se reforzó, entre otros, con el abuelo del Chicharito Hernández, Tomás Balcazar.
Los necaxistas cardenistas
Era 1935 cuando los responsables de la Liga Mayor rechazaron la invitación de El Salvador para que México participara en los Juegos Centroamericanos y del Caribe. ¿La causa? Miedo al ridículo tras no haber clasificado al Mundial de Italia ‘34.
La negativa molestó a los salvadoreños, que a través de su embajada en nuestro país enviaron una protesta a la liga por su respuesta. Esa situación llegó a oídos del presidente Lázaro Cárdenas, quien pidió a los encargados del futbol reconsiderar su postura para que no se registrara una fractura diplomática.
Reflexionaron los responsables de la Liga Mayor y decidieron que Necaxa acudiera al certamen porque era el mejor equipo de esa época. El club accedió sin broncas. Con necaxistas bajo el uniforme, México venció 8-1 a El Salvador, 5-1 a Guatemala, 6-1 a Cuba, 8-2 a Honduras y 2-0 a Costa Rica para coronarse en el certamen.
El absurdo de Estados Unidos con Curtidores
Para la eliminatoria de los Juegos Olímpicos de Moscú ’80, México incurrió en una irregularidad al alinear futbolistas profesionales en el equipo juvenil olímpico, algo que por reglamento estaba prohibido. Estados Unidos, rival que perdió 4-2 en el global, protestó la acción ante FIFA.
Y es que la Selección Mexicana que le había vencido estaba conformada por jugadores de Unión de Curtidores, equipo que en esa época peleaba por no descender. Pero eso fue lo menos curioso del caso.
Estados Unidos ganó la apelación, por lo que se descalificó a México y quedó eliminado sobre la mesa. Pero el seleccionado norteamericano desistió de competir en Moscú por el boicot de su país a la Unión Soviética como un acto de manifestación política frente a la invasión de los soviéticos en Afganistán. El cupo olímpico le fue concedido a Cuba.
El nacimiento de una porra
En 1923, América tuvo una gira internacional en Guatemala, donde participó en tres partidos contra un combinado chapín. Durante ese viaje surgió el famoso “chiquitibum” que identificó a la afición mexicana en las tribunas por varias décadas.
Si eso no fuera suficiente, la primera selección nacional se conformó en ese mismo año con un plantel de 14 futbolistas, de los que nueve eran americanistas. Así, México recibió a Guatemala para disputar tres juegos. Este pasaje fue preámbulo del proceso rumbo a los Juegos Olímpicos de Ámsterdam ’28, que se caracterizó por tener una base de elementos provenientes del América.