A sus 35 años poco se sabe de lo que será de su futuro en el 2023, pero L’Equipe no duda de lo que viene aportando en un equipo donde el giro de timón se aprecia en cada movimiento. Lionel Andrés Messi atraviesa una segunda temporada en PSG donde la prensa le ve como el gran pacificar de un vestuario donde la trama Kylian Mbappé vs. Neymar no deja de noticia.
Aquella disputa por un penal semanas atrás parecía ser el último capítulo de una curiosa riña que se vive en el Parque de Los Príncipes. Las informaciones en relación a un enojo de Neymar con Mbappé por dicho lanzamiento, así como por las peticiones de este de vender a su compañero lejos del PSG, acapararon todo en una prensa francesa que ve en Messi una pieza clave para que el vestuario de Galtier no se rompa en dos.
El argentino sabe que ya no es el protagonista, que sus tiempos de primera espada en Barcelona pasaron y que tiene que remar como uno más en un equipo lleno de cracks y por ende, egos. L’Equipe le nombra como clave en que aquel episodio del penalti no pasase a mayores gracias a una actitud de líder que desde la sombra ejerce el Messi más maduro.
El pacificador
“Leo muy discretamente y sin querer dar lecciones, trató de calmar los ánimos y acercar posiciones. Con su larga experiencia en el Barça, donde ha visto pasar algunas cabezas fuertes, es consciente de que los tres tienen mucho que ganar, y mucho que perder, en esta especie de embrollo”, palabras de L’Equipe sobre la figura más paternal de Lionel Andrés por el Parque de Los Príncipes.
Afirman en Francia que el argentino se encuentra más que pendiente de Neymar por estos días. Amigos desde su paso por el Camp Nou, argentino y brasileño unen sus caminos en un vestuario con varios grupos tan marcados como distintos. L’Equipe le nombra como un ejemplo a seguir en tiempos donde algunos de los comportamientos de Mbappé poco o nada gustan en París.
A sus 35 años y en la que para muchos será la temporada de su último Mundial y UEFA Champions League, la figura de Messi supone un alivio en un PSG que en Francia dudan que pueda mantener la paz entre sus estrellas a mediano plazo. Mucho por ganar tiene el tridente, así como mucho más por perder.