Independiente pasó una mala noche en la Copa Argentina y debió sufrir hasta los penales para poder eliminar a Central Norte de Salta, luego de estar abajo en el marcador, en un partido en el cual su mejor protagonista fue de los más criticados de la noche tras el gesto que realizó en su festejo.
Cuando las papas quemaban, Domingo Blanco tomó la pelota por el extremo izquierdo y clavó un remate cruzado tan preciso que Joaquín Haas no llegó nunca. Pese a la alegría de volver a marcar, el volante del Rojo decidió festejar llevándose el índice a la boca en un gesto de silencio a la hinchada de Independiente.
Rápidamente, tanto en la cancha como en las redes, Blanco se transformó en el foco de las críticas de todos los hinchas. Un hecho que el jugador no pasó por alto: “No fue para el hincha, es para la gente que me ha amenazado, me han dicho de todo. Entiendo a la gente, pido disculpas, sé que me equivoqué”, comenzó diciendo el jugador que aún no renueva su vínculo.
Siguiendo por esta línea, y justificando su accionar, Blanco sostuvo que su bronca no es con el hincha promedio sino con aquellos que lo amenazaron y lo llevaron a tener un tratamiento para el cual le “dieron pastillas fuertes”. Una situación por la cual debió visitar a un especialista ya que “la he pasado muy mal”.
Vale destacar que la relación entre Blanco y los hinchas del Rojo se vio afectada hace unos meses cuando el jugador firmó un precontrato con el Metalist de Ucrania. Sin embargo, la guerra rompió este vínculo y si bien, Blanco sostiene no sabernada “sobre el nuevo contrato“, hay esperanzas de renovar: “Yo amo a Independiente”, cerró.