Pasó mucho tiempo desde el partido donde Racing y Boca igualaron en el Cilindro de Avellaneda y se produjo la inesperada y tan polémica pelea entre Carlos Zambrano y Darío Benedettoen el entretiempo, la cual les provocó una suspensión por parte de la institución.

Después de que el defensor peruano se marchara del Xeneize, comenzó a develarse lo que ocurrió aquella noche del 14 de agosto del 2022, donde hubo un periodista peruano que contó con lujo de detalles lo que pasó posteriormente a la pelea. Pero no quedó allí, porque Zambranoamplió la historia.

El defensor, hoy en Alianza Lima, contó qué fue lo que pasó en la cancha de Racing con el Pipa: “Él ya venía alzando las manos mucho en el campo. Nos estaba metiendo un baile Racing. Y empieza a hacer lo mismo de siempre: las manos señalando a la defensa. En el túnel en el entretiempo nos dijimos de todo. Y ya en la escalerita para ir al camerino, se voltea y me da uno de arranque”, destacó.

Al momento de ampliar sus dichos en diálogo con Trome, el períodico peruano, el defensor central aseveró que “mi reacción fue ir para adelante. Entre mis compañeros y la seguridad me agarraron. Yo ya no estaba pensando en el partido, quería mecharme(NdR: pelearse, en términos de Perú). Mis compañeros me decían: ‘pégale’. Creo que a la mayoría en ese momento no le caía bien él por su formar de ser”.

A pesar del pedido que le realizaron sus compañeros, Zambrano destacó que no reacción por una simple razón: la presencia dirigencial. “En el vestuario, siendo consciente, ya no podía hacer nada. Estaban todos los dirigentes. Dije: ‘ya está. Perdí’. Pero por dentro estaba hirviendo. Pensaba que tenía que esperar mi momento. Voy a orinar y se me acerca entre lágrimas. ‘Discúlpame, me equivoque. Es de hombre pedir perdon’, me dijo. Y en ese momento se me cruzó ser traicionero y meterle una igual. Pero yo no soy traicionero. Y le dije: ‘dale. Ya está’”, aseveró. Y aunque cueste creerlo, habría más.

Una vez que finalizó el encuentro, donde hubo polémica incluida por una mano en el área de Racing que el árbitro Fernando Rapallini no sancionó, el ex St. Pauli sentenció: “Los compañeros después del partido me seguían diciendo que lo vaya a buscar. Yo iba a esperar mi momento. Lo buscaba en los entrenamientos y nada. En el equipo quede como un caballero porque no reaccioné. Los dirigentes me felicitaban por no haber reaccionado. Me tocó perder. El tema quedó ahí”.