Después del papelón que ocurrió en el estadio Alberto J. Armando con la suspensión del partido entre Boca y Newell’s por un mal drenaje del campo de juego, la dirigencia que comanda Jorge Amor Ameal comenzó con las obras que mejorarán el estado del césped.
El pasado 29 de noviembre, las tormentas que azotaron a la ciudad de Buenos Aires colmaron la paciencia de los directivos del Xeneize. Por una cuestión de que el campo de juego terminó inundado y el choque ante los rosarinos debió postergarse, en Brandsen 805 tomaron una rápida decisión.
Las obras comenzaron hace unos 10 días, donde el Consejo de Fútbol pidió exclusivamente que levanten el terreno de juego y se mejore el sistema de drenaje, del cual Jorge Bermúdez expresó públicamente que“la cancha lleva mucho tiempo esperando que se le haga el trabajo necesario y adecuado para solucionar ese problema y estamos comprometidos en hacerlo”.
Florentino Verón, el encargado de llevar adelante las obras en el estadio, ya tiene dictaminado que las mismas finalizarán en el mes de febrero. El canchero que trabaja en el predio que Boca tiene en Ezeiza, cuando inició con los trabajos, se mostró preocupado debido a que las tuberías estaban en mal estado, con agujeros y bloqueadas. Esto no permitía que el agua drenara normalmente y por eso mismo se producían las inundaciones en el campo de juego cada vez que llovía.