Las constantes lluvias que azotan a la ciudad de Buenos Aires generaron que, después de que Patricio Loustau, árbitro del encuentro, retrasara el inicio del partido que se debía llevar a cabo en La Bombonera. Sin embargo, la decisión que tomó fue determinante.

Durante la tarde, más de un hincha se preguntó si podía disputarse el partido, ya que el campo de juego no estaba en las mejores condiciones posibles, ya que la lluvia comenzó a caer en la madrugada del domingo.

Por momentos, la intensidad de las lluvias disminuyó, y a simple vista podía visualizarse varios sectores del campo de juego en los que el agua abundaba en demasía.

A las 21:35 horas, el árbitro Patricio Loustau salió al terreno de juego y probó, en más de una ocasión, si la pelota rodaba y picaba con total normalidad, pero no lo logró y decidió suspender el juego.

Con la determinación final por parte del colegiado, se terminó determinando oficialmente que el partido se dispute el martes 30 de noviembre, a las 19:15 horas.