Miércoles de Barco. Tanto necesitaba Boca aferrarse a una ilusión, a un futbolista que fuera capaz de dar un sacudón que contagie a futbolistas que partido tras partido parecían adormecidos, que el buen partido que disputó Valentín Barco en la victoria agónica ante Deportivo Pereira generó que no puedan ni podamos dejar de hablar de él.
Similar a lo que sucede con Claudio Echeverri, de River, con la Selección Sub-17, en torno al Xeneize se comienzan a construir en torno al juvenil enormes expectativas a futuro con las que no será nada fácil lidiar. Porque se sabe que en el fútbol argentino es un solo paso el que separa la gloria del olvido.
Valentín Barco no puede controlar lo que se diga de él. Por el momento, cuenta con la cuota necesaria de frescura para revitalizar a un gigante como Boca. De ahí en adelante, la responsabilidad depende de otros. Recientemente, por ejemplo, uno de sus exentrenadores lo candidateó para pelear por un lugar en la Copa del Mundo de 2026, en la que la Selección Argentina tendrá la responsabilidad, nada más y nada menos, de defender el título conquistado en Qatar.
“Si lo llevan bien, en el Mundial 2026 va a estar peleando por un lugar”, dijo en diálogo con D Sports Radio Luis Luquez, quien lo dirigió en la novena categoría del Xeneize. No fue el único pronóstico que hizo sobre el futuro del futbolista de 18 años, porque también anunció: “Tiene la gran virtud que cuando ataca parece un enganche. Lo van a ver hacer muchos goles”.
Luquez no fue el único que se subió al miércoles de Barco. Porque la necesidad de hablar del juvenil llevó también a buscar la palabra de Edgardo Sánchez, el encargado de llevarlo a Boca: “Tiene mucha personalidad. Nunca lo van a ver sonreír. Para mí, en dos partidos más pide patear los tiros libres”, auguró.
