Hace algunos días salió a la venta “Para qué”, el segundo libro de Mauricio Macri. Y ahora salió a la luz una historia que el expresidente de Boca cuenta sobre Juan Román Riquelme y Carlos Bianchi. En concreto, Macri explica que la relación entre ambos ídolos del Xeneize no siempre fue de cordialidad y que hubo varios cortocircuitos entre ambos en la interna.

Con un fuerte comentario, el expresidente presentó la temática: “La convivencia con Riquelme, un jugador muchas veces desafiante y reacio a aceptar cualquier tipo de límites, fue un problema complejo para Bianchi. Fui testigo de varios desplantes del jugador hacia el técnico en los entrenamientos y en los viajes”.

Y luego contó una anécdota: “En la víspera de la final contra el Bayern Múnich en Tokio, recuerdo que me colé en entrenamiento para despuntar el vicio de patear la pelota, como hacía de chico”. “Los jugadores estaban corriendo alrededor de la cancha. Todos menos Riquelme, que en lugar de recorrer el perímetro del campo de juego se esforzaba en correr menos y giraba, desganado, en la línea central”, tiró Mauricio.

“Román se acercó entonces hacia la zona en la que estaba junto al técnico y al preparador físico Julio Santella, y lo escucho decir: ‘Carlos, suficiente, ya está… no quiero seguir dando vueltas a la cancha’. Bianchi hizo un gesto de fastidio y yo me hice el distraído y seguí pateando al arco“, siguió Macri. Y remato: “Para Carlos, que se había destacado desde siempre por ser un hombre muy estricto en cuanto a la disciplina y el esfuerzo igualitario, que un jugador quisiera imponer su propio entrenamiento era algo inadmisible”.