Era un cierre de fase de grupos sin muchas exigencias para el Manchester City, pero sí para Julián Álvarez. El ex-River venía sumando pocos minutos y la lesión de Erling Haaland le dio la chance de demostrar. Luego de 90 minutos discretos el fin de semana, ayer la rompió: convirtió un gol y asistió en otros dos.

Si hay algo que nunca le falta al argentino es el apoyo de Pep Guardiola. No importa lo que pase en el campo de juego, el español siempre lo banca y lo respalda ante la prensa. “Yo diría que no hay nadie en el vestuario que no esté feliz por él. Es especial”, declaró tras la victoria ante Sevilla.

Luego, comparó al delantero con uno de sus ex dirigidos en el conjunto inglés: “Me recuerda a Gabriel (Jesús) lo agresivo que es sin la pelota, y hacer dos asistencias y un gol. El gol no es fácil de hacer. El pase de Kevin (De Bruyne) es excepcional, pero el arquero achicó el espacio y él hizo el regate con la buena definición”.

“Que juegue como contra Leicester y hoy con muchos jugadores, no es fácil encontrar los espacios. Hoy fue paciente y lo encontró. Obtuvo lo que se merece”, cerró el director técnico español. ¡Lo deja afilado para el Mundial!