Mientras el mercado de Europa se mueve en torno a las figuras más rutilantes del mundo, Barcelona decidió salir un poco de lo normal y se fijó en un joven de 18 años pensando en lo que será el futuro del club. Un jugador que, si bien la rompía en Ferro, no había explotado dentro de la agenda futbolera nacional.
Con un trabajo de scouting que llevó meses, Barcelona no dudó y confió en el pibe Lucas Román para poner casi 3.5 millones de euros (contando premios futuros). Una inversión que demuestra la confianza que tienen en el ofensivo argentino al cual no quieren perder de ninguna manera dentro un mercado tan competitivo como el actual.
Buscando evitar esto, desde Barcelona incluyeron dentro del contrato de Lucas Román una impresionante cláusula de rescisión que sorprende a más de uno ya que si alguien quiere llevárselo deberá abonar un total de 400 millones de euros. Un número realmente impactante.
Con un contrato que se extiende hasta el 2026, Román se transformó así en el futbolista argentino con mayor cláusula de rescisión del mundo superando ampliamente a los 120 millones de Enzo Fernández en Benfica. Vale destacar que esta modalidad es habitual en el equipo Culé que ya ha tasado a jugadores como Pedri, Gavi o Ansu Fati con un valor de mil millones, por ejemplo.
Con los números cerrados y la firma estampada, el futuro de Lucas Román estará en el Barcelona B del mexicano Rafa Márquez. De esta manera, durante su primer año en España, el volante jugará la tercera división del fútbol español buscando ganarse su lugar en el plantel oficial de los Culé.