En sus primeras semanas como jugador del Sevilla, a Valentín Barco le está tocando vivir un clima muy diferente del que lo recibió en Brighton, su primer destino europeo tras dejar Boca. Este sábado, el malestar que existe entre los hinchas y los directivos quedó más en evidencia que nunca desde su arribo, pues se materializó en una protesta en los accesos al estadio durante la previa del encuentro ante Getafe.
“Junior vete ya”, fue el lema de la mayoría de los carteles que portaron los cientos de hinchas que se convocaron en la explanada exterior del Ramón Sánchez Pizjuán para expresar su descontento con la actual Administración del club, que preside José María Del Nido Carrasco.
“Si seguimos así, nos vamos a Segunda de cabeza. No nos podemos permitir seguir en esta situación porque es un barco a la deriva”, le expresó uno de los fanáticos al portal Estadio Deportivo. “No puede ser que hace un año estábamos en Champions y ahora estamos así, en una situación que va hacia abajo”, remarcó otro.
Los cánticos, en los que se repitió el lema de los carteles, también expresaron “directiva dimisión”, para hacer extensible el disgusto más allá de la figura de Del Nido Carrasco y apuntar a otros de los directivos del club que ha perdido muchos jugadores importantes en el último tiempo y ha mostrado evidentes limitaciones económicas a la hora de reemplazarlos.
Con el correr de los minutos, a mediad que se acercaba la hora de inicio del encuentro ante Getafe, los ánimos se volvieron cada vez más caldeados y el momento de mayor tensión se vivió a la llegada del presidente del club al Ramón Sánchez Pizjuán para presenciar el partido.
Más allá del descontento, la protesta nunca se volvió violenta en función de las imágenes y testimonios que fe reproduciendo la prensa sevillana y esos mismos hinchas accederían también a presenciar el partido de fútbol tras sentir que habían cumplido la misión de hacerse escuchar.
Valentín Barco fue suplente
Aunque Valentín Barco había sido uno de los pocos futbolistas aprobados por los hinchas en el último partido de Sevilla por La Liga, que terminó en derrota 2-0 ante Girona, Javier García Pimienta decidió dejarlo en el banco de suplentes para el duelo ante Girona.
Sin echar mano al ex Boca hasta que comenzó a jugarse el tiempo de adición, al igual que a Gonzalo Montiel, el equipo del Nervión consiguió su primera victoria en el torneo, 1-0 gracias al solitario gol de Jesús Navas a los 27 minutos y teniendo que sufrir sobre el final por la expulsión de Juanlu por doble amarilla.
Sevilla solo había cosechado dos puntos en sus cuatro primeras presentaciones, por lo que llegaba al duelo ante Getafe en la anteúltima posición de La Liga, solo por encima de Valencia y con igual cantidad de unidades que Las Palmas.