Marco Materazzi es uno de esos personajes que quedaron grabados en la historia del fútbol por un momento en especial. Aquel recordado cabezazo que le propinó Zinedine Zidane en el Tiempo Extra de la Final del Mundial Alemania 2006, en el Olímpico de Berlín.
Sin embargo, The Matrix, como lo apodaron en el fútbol, fue uno de esos jugadores moldeados bajo la escuela del Catenaccio italiano. Un estilo de juego basado en defender con uñas y dientes y multitud de futbolistas, y buscar ganar el partido con alguna jugada aislada, generalmente de pelota parada.
Materazzi destacaba en ello. Su estilo de juego, aguerrido como pocos, su porte físico y su capacidad aérea combinaban a la perfección con aquella escuela. Y así se hizo una carrera, la cual comenzó en los 90’s, con pasos por el Perugia de la Serie B, clubes como el Messina o el Marsala e incluso el Everton de la Premier League.
Todo cambió el día que fichó por el Inter de Milán. Su carrera alcanzó el siguiente nivel, otro vuelo. Desde 2001, cuando se unió al nerazzurri, comenzó a ser tenido en cuenta para la Selección Italiana y formó parte fundamental de una etapa donde el fútbol italiano dominaba el mundo con el Inter y el Milan, y una escuadra azurra al nivel.
El Mundial 2006, campeón con Italia, el cabezazo de Zidane y su salto a la fama
Aún así, y a pesar de que para el 2006 el Inter ya había ganado un par de títulos con esa brillante generación de futbolistas, la Copa del Mundo disputada en Alemania marcó a Materazzi para siempre. El defensor ya había competido en Corea-Japón, pero la Azurra escribió una página dorada en su historia en tierras teutonas.
La Italia del 2006 fue la muestra definitiva del Catenaccio, que cerró una era de ese estilo de juego y lo hizo por todo lo alto. Una Selección que basaba su en lo que podían hacer Gianluigi Buffon desde el arco, y una defensa con protagonistas como el mencionado Marco Materazzi, Fabio Cannavaro, Alessandro Nesta, Gianluca Zambrotta o Gennaro Gattuso (desde el centro del campo). Y que dejaba que los Alessandro Del Piero, Luca Toni y Francesco Totti pudieran hacer adelante.
Tras recibir apenas 1 gol en contra en todo el torneo, Italia llegó a la final, dejando en el camino al local Alemania, para enfrentar a la poderosa Selección de Francia, liderada por el mejor futbolista del mundo en ese campeonato, Zinedine Zidane. Curiosamente, Zidane y Materazzi convirtieron en los 90‘ para llevar el partido al alargue, y cuando corrían 110′ minutos, el fútbol vivió un momento que quedó para la historia.
Zizou cabeceó en el pecho a Materazzi, el árbitro asistente informó a Horacio Elizondo, juez del encuentro, quien expulsó al capitán francés. Italia ganaría en penales esa final y el resto es historia…
El bizarro cierre de carrera en India como entrenador-jugador
Materazzi siguió formando parte del Inter durante unos cuantos años, donde ganó todos sus títulos como jugador. Fueron 15 en total (cinco Serie A, cuatro Coppa Italia, cuatro Supercopas de Italia, una Champions League y el Mundial de Clubes), en los 10 años que estuvo allí.
En 2011, con 37 años, Materazzi dejó el fútbol. Sin embargo, volvería a calzarse las botas en 2014 y en India. The Matrix fue nombrado como entrenador y jugador del Chennaiyin FC, de la Super Liga de aquel país, en la primera temporada de aquel torneo.
Curiosamente, aquel equipo también tenía otros ex jugadores como Alessandro Nesta, Elano o Djemba-Djemba, y ganó la temporada regular. Sin embargo, la derrota en semifinales de Playoffs (por penales y donde Materazzi erró el suyo) y un mal siguiente torneo lo hicieron abandonar el club.
Qué es de la vida de Marco Materazzi
Materazzi puede haberse retirado del fútbol, pero el fútbol sigue presente en su vida constantemente. Tras ser inducido al Salón de la Fama del Inter Milán, el ex jugador recorre el mundo, da clínicas a las nuevas generaciones y se lo puede ver con regularidad en partidos de estrellas. También tiene su propio club de Padel y ha hecho varios spots televisivos en su país.
Puede que un momento en particular haya marcado un antes y después en su vida, pero la realidad y su carrera indican que se retiró como una verdadera gloria del fútbol italiano.