El pasado 20 de agosto se desató el caos en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), cuando el por entonces Presidente, Luis Rubiales, le dio un beso sin consentimiento a la futbolista Jenni Hermoso tras la obtención de la Copa del Mundo Femenina.
El caso dio la vuelta al mundo, Rubiales fue obligado a dimitir del cargo y la FIFA inhabilitó al dirigente de todo cargo dentro del mundo fútbol por tres años. Todo ello a la espera de la sanción de la justicia ordinaria, que este jueves se hizo oficial. Rubiales tendrá que ir a juicio oral por sus hechos.
El juez dictaminó lo siguiente: “La finalidad erótica o no o el estado de euforia y agitación experimentado como consecuencia del extraordinario triunfo deportivo son elementos cuya consecuencia y consecuencias jurídicas deberá valorarse en el juicio oral ante el órgano encargado del enjuiciamiento.”
Además, se agregó que “Afecta a la esfera de la intimidad reservada a las relaciones sexuales, en particular en el contexto de dos personas adultas”.
Jorge Vilda acusado de coacción
La magistratura también ha propuesto investigar a Jorge Vilda, el exentrenador del seleccionado, a Albert Luque (director deportivo del seleccionado masculino) y a Rubén Rivera, responsable de marketing de la RFEF.
Todos ellos han sido acusados por el magistrado por indicios de existencia de una acción concretada por los tres y coordinada por Rubiales “para doblegar la voluntad de Jennifer Hermoso Fuentes y conseguir que accediera a grabar un vídeo en el que dijese que el beso había sido consentido”.
De acuerdo a la visión del juez, el beso “no fue consentido y fue una iniciativa unilateral y sorpresiva”, y ahora será turno de que los abogados lleven el caso a juicio oral, frente a la Corte Nacional.
El juicio, en mano de los abogados
El dictamen de la magistratura es el aval que necesitaban los abogados de Jenni Hermoso para llevar la causa a juicio oral. No obstante, tienen 10 días para presentarse y pedir que esto suceda, de no hacerlo, el caso quedará archivado.
Por su parte, la defensa de Rubiales y de los otros tres hombres bajo investigación tienen tres días para frenar la situación y apelar frente a la corte. En caso de no hacerlo o de que la corte no considere válida su apelación, se enfrentarán a un juicio oral en la Corte Nacional, frente a una cámara compuesta por tres jueces.
La situación es sumamente comprometedora para un Rubiales que pasó las primeras semanas del caso negándose a dimitir y alegando que el beso había sido consentido.