Durante años en Argentina se ha intentado resolver el misterio de quién será el heredero de Lionel Messi. Qué jugador nacido en el país es capaz de realimentar el sentimiento que genera el rosarino, tanto por su talento como por su fama, de vender entradas, agotar camisetas, ser tatuaje y encima rendir en el campo de juego como casi nadie lo hace. El error ha sido siempre buscar al sucesor dentro del fútbol.

Franco Colapinto tiene 21 años y recién está dando sus primeros pasos en la Fórmula 1. Lionel Messi tiene 37 años y ya está dando sus últimos pasos como profesional. Uno entra, el otro sale.

El efecto de Franco Colapinto en la Fórmula 1

Desde que el oriundo de Pilar aterrizó en Williams, su nombre atravesó la barrera de la Fórmula 1 y del automovilismo para meterse en bocas de aquellos que incluso jamás habían sintonizado una carrera. Según un informe de la agencia Hauscom, el argentino fue el piloto más veces nombrado en la red social X en septiembre, con más de 390 mil menciones, el doble que Charles Leclerc, segundo.

Otro impacto directo se puede ver en los perfiles de los protagonistas. Franco sumó casi 900 mil seguidores en la semana del anuncio de su incorporación a Williams y en cada Gran Premio ha sumado entre 250 y 300 mil, hasta ostentar más de 3,3 millones de followers.

Lo mismo le sucedió a la escudería, que en Instagram tenía un crecimiento promedio menor al 1% por semana en cantidad de seguidores y desde que sumó a Franco al equipo, este ha llegado a ser de 14% en algunas semanas. Pero este boom no es solo en redes.

La audiencia televisiva en Argentina se incrementó desde la llegada de Colapinto a la Fórmula 1. Para tener noción, en el GP de Bélgica, sin Franco en la parrilla, el rating rondó los 2 puntos, pero para el de Azerbaiyán, cuando el argentino sumó puntos, el rating fue de 4 puntos. Tanto es así que las transmisiones han cambiado.

Es que ahora se han sentado ante los televisores millones de personas que son ajenas a la competencia, no saben quién es el líder de la temporada, no saben cómo está la tabla, no saben qué escuderías son fuertes y muchos ni siquiera saben las reglas o los antecedentes de algunos pilotos. Todo esto ha llevado a los comentaristas y relatores a adaptar su labor, explicar en detalle lo que sucede y activar el manual APB para que todo aquel que esté viendo la pantalla entienda lo que pasa.

El efecto Colapinto ha revolucionado la Fórmula 1, y si no lo creen, échenle un vistazo a los últimos posteos de la propia categoría que ha comenzado a sumar la cara de Franco a las publicaciones, pese a que el joven piloto no lucha por el título.

Todo esto se materializará el fin de semana. La locura por Franco quedará totalmente expuesta en Interlagos, el circuito de San Pablo, a donde han viajado miles de Argentinos. Desde finales de septiembre que se han agotados las entradas por la enorme demanda de verlo a Franco. Incluso, la pasión se trasladará a un banderazo en apoyo al argentino que se realizará por los fans el sábado por la noche en el Parque Trianon, ubicado sobre la Avenida Paulista.

Colapinto brilla y Messi se apaga

Al mismo tiempo que todo esto sucede, por las noches Lionel Messi juega con Inter Miami por la MLS, certamen que aspira a ganar este año en un equipo con figuras como Luis Suárez, Jordi Alba y Sergio Busquets, entre otros. Pero, pese al éxito, el boom que generó Leo en su arribo a Estados Unidos ya no hace tanto ruido. La onda expansiva, al menos en este país, parece haber terminado.

Obviamente, cada vez que La Pulga viene a la Argentina para jugar con la Selección, el furor por la Scaloneta se enciende nuevamente y la locura crece. Esto no va a dejar de ser así, pero el horizonte está cerca.

Messi juega en una liga que no contagia a este país y cada vez que se le pregunta por su futuro, no define si jugará el Mundial 2026. Incluso, si lo jugara, sería su último certamen, su Last Dance, con la camiseta Albiceleste. Es decir que mientras la máxima estrella del deporte argentino (y tal vez mundial) se apaga, otra emerge.

El escenario a futuro es claro y contundente: Colapinto estará corriendo en la Fórmula 1 un domingo, mientras Leo, ya retirado, estará disfrutando de su vida en Miami.

Franco Colapinto, el sucesor

Colapinto es una estrella en ascenso. Max Verstappen, Lewis Hamilton y Fernando Alonso son algunos de los pilotos que ya han opinado que Franco merece un lugar de Fórmula 1 2025. Los rumores de Red Bull crecen día a día. Mientras tanto, el argentino sigue haciendo historia con Williams. Pero este artículo no busca analizar rendimientos.

A la hora de sumar popularidad, una estrella necesita talento y carisma. Lo primero está más que claro y para lo segundo solo falta ver cualquier entrevista. Franco no se guarda nada, no esconde, es auténtico, no tiene casete, bromea, sonríe, coquetea, contagia. Encima, se rodea de jóvenes estrellas como Duki, Bizarrap o Nicky Nicole (¿su próxima pareja?) que lo acercan al público más joven.

Por otro lado, cuando uno mira en otros deportes no hay tenista, basquetbolista o boxeador que hoy tenga la proyección de un Guillermo Vilas, un Manu Ginóbili o un Ringo Bonavena, por nombrar algunos. Y en el fútbol las estrellas en ascenso no generan lo que ha generado Franco en estos meses.

Ante todo este panorama, no hay dudas. Si Franco Colapinto se asienta en la Fórmula 1 será el sucesor de Lionel Messi. Seguramente no a nivel mundial, por lo que el fútbol implica en el planeta con respecto cualquier otro deporte, pero sí en el ámbito nacional.

Ya no serán extrañas las juntadas entre amigos o familiares para ver un Gran Premio de Fórmula 1 y alentar al joven piloto. Volverán los fierros a las mesas de debate, como en la mejor época del TC o en las eras de oro de Fangio o Reutemann en La Máxima.

Colapinto tiene el talento y el carisma, pero también la fortuna como para irrumpir en un momento en el que el deporte argentino está por decirle adiós al máximo exponente de los últimos 20 años. Hay heredero. Enciendan sus motores.