Es sabido que el presente de San Lorenzo no es bueno. El equipo no responde desde el juego y depende de las individualidades de jugadores como Agustín Martegani o Nicolás Fernández Mercau para generar peligro, y de la solidez de Sebastián Torrico en el arco para evitar la caída de su portería. Sin embargo, cuando otras piezas como Ricardo Centurión, Nicolás Fernández o Néstor Ortigoza se enchufan y entran al juego de buena manera, el Ciclón goza de buenos minutos.
Tras una victoria ante Talleres y un empate sin goles frente a Huracán en el clásico, para los de Pedro Troglio era fundamental seguir por esta senda en el retorno al fútbol por equipos post parate por fecha FIFA, y así venía siendo, hasta que sobre el final se le escapó de manera increíble.
El gol de Centurión le estaba dando la victoria a San Lorenzo frente a Atlético Tucumán , la cual resultaba más que necesaria para encarar la segunda parte de la Copa de la Liga en la mitad de tabla, para buscar salir definitivamente de la zona baja del Grupo A, pero Ramiro Carrera la mandó a guardar a falta de cinco minutos para el cierre y puso el resultado empardado para los de Tucumán.
El empate no le sirvió a ninguno de los dos equipos , ya que ambos necesitaban los tres puntos para salir de la zona baja de la tabla, pero así ambos quedaron en tablas y en el último y antepenúltimo puesto respectivamente, el Decano con 5 puntos y San Lorenzo con 7 unidades, con la misma cantidad que Platense y Patronato y solo dos puntos más que Talleres y el propio Atlético Tucumán.
El mal momento de ambos equipos seguirá por lo menos hasta la próxima fecha, donde buscarán revertir esta situación una vez más. San Lorenzo ante Sarmiento en Junín y el Decano de local frente a Gimnasia de La Plata. Dramático contexto para ambos clubes.