Si el clima en el Nuevo Gasómetro no era el mejor desde hace varios meses, lo que iba a suceder este sábado con San Lorenzo era más que evidente. En un puñado de días perdió ante Racing de Córdoba y luego renunciaron Pedro Troglio y Mauro Cetto. Hoy, once futbolistas debían saltar al campo de juego ante un público azulgrana que está en llamas.
La previa del partido ya contaba con un marco más que difícil, con los futbolistas siendo silbados desde la entrada en calor. Minutos después se asomó Patricio Loustau junto a su terna arbitral y los 22 protagonistas. Ahí llegó lo peor.
Apenas se observaron las camisetas enfiladas hacia el césped, bajaron chiflidos, insultos y cánticos contra todos. “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo“, fue el mensaje del hincha en este mal presente de su club.
Los ahora dirigidos por el interino Fernando Berón tuvieron un guiño de parte del fixture: el rival era el debilitado Platense que tampoco llegaba bien. Por suerte para el Ciclón, Yeison Gordillo tardó 7 minutos en abrir el marcador y calmar un poco las aguas.