En el cierre de la fecha 19 de la Liga Profesional, y después de que Boca le metiera presión a Atlético Tucumán, el elenco dirigido por Lucas Pusineri recibió a Talleres en el Monumental José Fierro buscando retornar a la cima del campeonato. 

Los tucumanos llegaban como escoltas después de que el equipo de Hugo Ibarra derrotara a Lanús, sobre la hora, y para quedar en la punta del torneo, en completa soledad, debían conseguir un triunfo. Sin embargo, partido fue muy complicado.

La primera etapa fue muy friccionada, diga de una final. Atlético Tucumán buscó marcar el terreno, y así comenzar a encaminar el retorno al liderazgo. Pero después de avisar en más de una ocasión, y que el VAR lo salvara de la caída de su arco por la posición adelantada de Rodrigo Garro, a los 35 minutos llegó la apertura del marcador por medio de Francisco Pizzini.

Por medio de la ilusión, el entusiasmo y las ganas, el Decano logró alcanzar la igualdad en el complemento. Si bien tuvo que repetir la ejecución porque Guido Herrera se había adelantado, Ramiro Carrera sentenció la igualdad. A partir de allí, los de Pusineri buscaron dar vuelta el resultado, pero no estuvieron finos con la definición.

Debido a que Gimnasia de La Plata estaba jugando en simultáneo, las aplicaciones de los celulares no dejaban de actualizarse para saber cómo iban los de Néstor Gorosito. Y allí estuvieron las malas noticias para los tucumanos: el Lobo se cargó a Arsenal por 2-0 con goles de Ramón Sosa y Nicolás Colazo, y quedó como único líder de la Liga Profesional, relegando al Decano y a Boca a ser los escoltas.