Mientras el partido entre Boca e Independiente estaba muy tranquilo, Lucas Rodríguez se encargó de darle una alegría al elenco dirigido por Sebastián Battaglia.
Después de una avivada de Villa, que le “primereó” la pelota, el ex Tigre quiso cortarlo y llegó tarde, por lo que terminó cometiéndole penal. El árbitro, Facundo Tello, cobró la pena máxima y quien tomó el balón fue Darío Benedetto.
Con total firmeza y seguridad, el ex Olympique de Marsella sentenció el 1-0 para silenciar al Libertadores de América y celebrócon las manos detrás de las orejas, tal como hizo alguna vez Juan Román Riquelme frente al palco de Mauricio Macri en La Bombonera, ante River.