Por la fecha 7 de la Copa de la Liga Profesional, en un duelo de equipos necesitados, Estudiantes, que buscaba salir de los últimos lugares de su grupo, recibía en el Jorge Luis Hirschi a un Gimnasia comprometido con el descenso, en una nueva edición del clásico platense.

Como en cada clásico en el que ambos equipos tienen más para perder que para ganar, el desarrollo del juego fue un poco chato, peleado en la mitad de la cancha, y las situaciones claras de gol brillaron por su ausencia en la cálida tarde en 1 y 57.

El equipo local, a través de Ascacibar, tuvo dos claras en la primera mitad, con dos remates desde afuera del área que tapó Durso, y también vía pelota parada, con un córner de Sosa a la cabeza de Federico Fernández, que nuevamente contuvo el arquero del Lobo.

La visita por su parte, replegada para salir de contraataque, llegó en una oportunidad con peligro, luego de una trepada del lateral derecho, Guillermo Enrique, que se acomodó para sacar un remate desde afuera del área que salió desviado.

Ya en el complemento, el juego siguió con la misma dinámica, aunque esta vez Gimnasia intentó salir un poco más, atacando por las bandas con Domínguez y Abaldo. Ramírez desde afuera del área, tuvo una clara con un potente remate, que tapó bien Andujar.

Con el correr de los minutos, el local, empujado por su gente, empezó a ir sin tanto juego pero con mucho empuje, y luego de un centro de Godoy a la cabeza de Boselli, estuvo cerca de ponerse en ventaja. Otra clara que tuvo, fue con otra pelota parada, esta vez ejecutada por Zuqui, en la que Núñez anticipó a la salida de Durso, pero el cabezazo salió alto.

En el tiempo agregado, Mancuso tuvo la más clara del partido, luego de que Ascacibar se la baje dentro del área, para que el lateral defina de volea, pero la pelota salió apenas al lado del palo izquierdo de Durso.