Esperada, necesaria, merecida. Los tres adjetivos le sientan a la perfección a la victoria ante Chile, en suelo Argetino. El regreso del equipo al país para la fecha FIFA debía ser coronado con ese triunfo que se venía negando pero que en estos partidos fue más que merecido. Se debían el desahogo, la alegría, el festejo, el aplauso de su gente que colmó el Juan Gilberto Funes. Fue una jornada inolvidable.

En el primero de los dos amistosos de esta ventana FIFA de abril, la penúltima antes de la Copa América, Argentina también había hecho los deberes en Córdoba. El regreso de Estefanía Banini al 11 titular le había dado frescura y talento al ataque, pero fue derrota en una de esas jugadas inesperadas: un centro largo y un cabezazo en contra.

Foto: AFA PLAY

Para el segundo, Germán Portanova -reemplazado por su ayudante Sebastián Gómez en el banco- decidió mover las piezas: afuera Soledad Jaimes, la 9, adentro Julieta Cruz y Romina Núñez de extrema derecha, con Bravo y Falfán como un doble 5 más vertical. Movimiento de piezas que le dio orden, algo más de amplitud y sobre todo tenencia de pelota: Argentina tuvo el dominio del balón sobre todo en los primeros 45, pero sin gol.

En los segundos 45, quizás en el momento en el que Argentina perdió un poco la pelota y Chile se había animado a dar un par de pasos al frente y tuvo algunas chances, sobre todo de pelota parada. Y pese a ser un equipo que tuvo más la posesión y que buscó casi siempre un ataque combinado el gol llegó en una contra, con un ataque directo. Aldana Cometti, que ya se había mostrado varias veces como opción en ofensiva, salió del fondo, tocó con Larroquette que devolvió un pase filtrado de excelencia. La defensora del Levante vio a Yamila Rodríguez que entraba por el costado y pese a que el toque dio el Natalia Campos, la capitana de Boca aprovechó el rebote y selló el 1 a 0.

Foto: AFA PLAY

Así, la misionera volvió a convertir tras aquel gol a Panamá en cancha de Arsenal en 2019. Si bien le había hecho un gol a Chivas en México para el 2 a 1, ese partido no se trató de un Amistoso A de FIFA. Y ese gol, celebrado, merecido y esperado se festejó como lo que fue: un paso adelante. Porque en el camino preparatorio hacia la Copa América (que comienza el 8 de julio y el 9 Argentina se enfrentará a Brasil) aún queda un escalón (podría ser ante Costa Rica en la ventana de junio) pero un triunfo en esta etapa para ganar confianza y reafirmar el camino era fundamental.

Así, dando la vuelta olímpica por todo el Juan Gilberto Funes, recibiendo el aplauso de la gente, sacándose fotos, firmando autógrafos, sintiendo la unión y el apoyo del público argentino, la Selección se sacó las ganas de volver a ganar (la última vez, el 9 de noviembre de 2019 ante Colombia en un amistoso). En el medio pasó la pandemia y los amistosos suspedidos, la She Believes Cup, el cambio de entrenador, y esta nueva etapa aprovechando todas las ventanas FIFA (10 partidos en total). El camino es por ahí.

Formacionea:

En Argentina ingresaron Sophia Broun, Yamila Rodríguez, Marianella Szymanowski, Mayorga y Erica Lonigro.