Nadie puede negarle a Sergio Maravilla Martínez el entusiasmo. La motivación para seguir encontrando a sus 48 años, y después de haber pasado seis en el retiro, grandes objetivos por cumplir. En definitiva, de todo aquello es de lo que se nutre un deportista acostumbrado a moverse en la élite.

Este martes, el excampeón mundial de peso mediano del CMB realizó su sexta pelea desde que decidió descolgar los guantes y por primera vez en su carrera se presentó en el Luna Park, Meca del boxeo argentino. Lo hizo con un contundente nocaut en el primer asalto sobre el colombiano John Teherán. Y tomó tanta confianza que inmediatamente después pidió por un peleador que le significaría subir varios, muchísimos escalones de exigencia en comparación con sus últimos oponentes.

Mi idea (para este año) era desafiar a Golovkin. Sé que es una locura, pero es una maravillosa locura. Bendita locura. Gracias a esta locura yo estoy arriba del ring. Acabo de bajarme, de ganar por nocaut en el primero. Gracias a la locura estoy entrenando con chicos de 20, 22, 18 años que tienen hambre de gloria. Nos ponemos a la par y yo entreno más fuerte, yo entreno más duro. Quiero ser campeón otra vez. Es parte de la locura y es parte de la vida”, dijo en diálogo con ESPN Knockout.

Consultado por la razón que lo lleva a seguir boxeando a los 48 años, Maravilla respondió: “Porque la vida está para desafiar cosas grandes. ¿Qué voy a decir? ¿Mañana me voy a levantar para alimentar a las palomas? ¡No! A mí dejame entrenar para desafiar a Golovkin. Yo quiero eso. Quiero los grandes desafíos.

Y concluyó: “Me gusta afrontar la vida y tomar las riendas. Sé que hace media hora no era la misma persona que soy ahora, porque uno nunca baja del ring siendo la misma persona. Máxime ganando por nocaut, imagínense. Estoy buscando la evolución personal. La real, la que va por acá adentro”.