Contra todos los pronósticos, no hubo un campeón mundial indiscutible de la división de peso súper wélter el último sábado en el AT&T Center de San Antonio. No acertaron ni los que apostaban por Charlo, dueño de los cinturones del CMB, la AMB y la FIB; ni los que lo hicieron por Castaño, monarca de la OMB.

Tras una batalla muy reñida, candidata a estar entre las mejores del año, los jueces determinaron un empate en fallo dividido, por lo que cada peleador conservó sus cinturones. Por todo esto, fanáticos y especialistas no tardaron en reclamar una revancha inmediata que decida de una vez por todas quién es el mejor peleador de las 154 libras.

Brian Castaño aceptó el desafío de inmediato, incluso lo reclamó cuando estaba todavía sobre el cuadrilátero. Inicialmente Jermell Charlo fue más precavido y dijo que sería una decisión de su equipo, pero ya en rueda de prensa no hizo otra cosa que hablar de la posibilidad de esa revancha.

Sin embargo, hay un obstáculo que podría conspirar con la inmediata realización de este desquite y el encargado de explicarlo fue Sebastián Contursi, representante del campeón mundial argentino. “Creo que si ambos campeones realmente quieren hacerlo, el obstáculo podrían ser las peleas mandatorias de los organismos sancionadores.No los culpo. Tienen sus propias reglas. Esta fue una oportunidad única”, dijo.

Y agregó:“Ni siquiera sabemos si tenemos una obligatoria para la OMB. Estábamos tan concentrados en esta peleade unificación… Pero no hace falta decirlo, ustedes saben que preferiríamos una unificación como esta, y no una defensa obligatoria. Pero no se puede garantizar una revancha porque hay cuatro órganos sancionadores, con cuatro mandatos diferentes involucrados”.