Los comienzos de Iván Rossi en Banfield fueron más que esperanzadores. A mediados de 2016, River consideró que tenía que buscar competencia para Leonardo Ponzio y contrató a dos promesas con muy buena proyección: Rossi del Taladro y Joaquín Arzura, que llegó desde Tigre. Ninguno de los dos hizo pie, el León cada vez estuvo más sólido y ambos terminaron saliendo a préstamo en reiteradas oportunidades.

En 2018, luego de disputar 20 partidos con la camiseta de River en dos años, Marcelo Gallardo le recomendó que salga a préstamo y se fue a Huracán. Más tarde pasó a Colo Colo. En 2020 estuvo en la Tercera División de Italia y un año más tarde pasó a Marítimo de Portugal. De cara al 2022 pasó a Junior de Barranquilla, pero tampoco pudo establecerse. En 2023 regresó al fútbol argentino para jugar en Platense y allí estuvo todo el año, hasta que quedó con el pase en su poder a comienzos de 2024 y desde entonces está sin club.

Cinco meses sin jugar

Iván Rossi dialogó con TyC Sports y contó cómo es estar parado hace tanto tiempo: “Se hace duro. Me afecta estar cinco meses sin jugarpero la llevo bien con la psicóloga, me ayuda a no tener los bajones que venía transitando. Tuve ofertas, por suerte, aunque algunas las rechacé y las otras las estamos viendo”.

Una posibilidad que no se dio y cómo es estar libre

Esperé algo de afuera que después no se terminó dando por diferentes motivos. Tengo una mujer y una hija, entonces evalúo desde otro punto de vista”, dijo Rossi respecto a una oportunidad que no se dio.

Por otro lado, contó que habla con colegas que vivieron lo mismo que él: “Lo hablé con compañeros que estuvieron en esta situación, sé que no soy el único al que le pasa esto ni el último al que le va a suceder. Uno lo toma grave porque desde que juego al fútbol me levantaba a entrenar, iba a un club y estaba con mis compañeros, era parte de la rutina, pero estos cinco meses se me hicieron difíciles”.

Iván Rossi llegó al Millonario en 2016. (Foto: IMAGO).

Su presente en un torneo de amigos

“Trabajo con un profe particular, hago gimnasio y entreno la parte física. Hace un mes me anoté con unos amigos que estaban jugando un torneo de fútbol once. Me sumé más que nada para estar en una cancha, pegarle a la pelota y no solo hacer un entrenamiento físico, que obviamente es importante, pero me hacía falta el contacto con la pelota. Al principio no le daba bola porque dije: ‘Voy a estar parado en enero, como siempre’. Pero ahora ya lo necesitaba más para lo mental, sentirme un poco jugador en estos cuatro o cinco meses, entrar a una cancha, así que eso me viene bien”, relató Iván Rossi.

Luego profundizó: “Llegué porque juega un amigo, que además, a diferencia del resto que solo van para jugar, se entrena en la semana. Es tipo un intercountry que a mí me viene bien para hacer fútbol, aunque el nivel que hay o la dificultad es menor, no juego al 100 cien por ciento, pero corro un rato y le pego a la pelota”.

Volvió a los estudios

Empecé a estudiar y arranqué el psicólogo. Eso es lo que tomo como positivo de este parate porque con la vorágine del fútbol no se puede. Acá en Argentina no es tan común, pero cuando estuve en Junior concentraba dos días antes del partido, pasaba mucho tiempo ahí o viajando. Esto me dio la chance de hacer otras cosas que antes no podía y por eso me anoté en Periodismo Deportivo. Tenía ganas desde antes, pero ahora cuento con más momentos libres. Un rato estoy con mi hija, entreno por la tarde o noche, pero a la mañana aprovecho para hacer cosas de la facultad o hablar con la psicóloga”, concluyó el ex volante de River.