Claudio Echeverri es apenas un pibe de 18 con un talento extraordinario para el fútbol. A los 17 debutó en la Primera de River, fue campeón de la Liga Profesional, luego brilló en el Mundial Sub 17 con la Selección Argentina, meses más tarde volvió a dar una vuelta olímpica con el Millonario y ahí mismo confirmó que se iría del club, esas declaraciones generaron un gran revuelo. Tras una gran participación en el Preolímpico, el Diablito regresó a Buenos Aires, ganó otro título el Millonario y el pasado domingo marcó su primer gol en Primera.
Son muchas emociones para un pibe de 18 años y no es sencillo manejarlas. Sin ir más lejos, sus declaraciones posteriores a la conquista del Trofeo de Campeones, son propias de un chico inexperimentado, pero nada tuvieron que ver con la maldad. Luego de anotar ante Gimnasia, fue consultado por aquellos dichos y él mismo confirmó que se equivocó tanto en las palabras que utilizó como también en el momento.
Echeverri también contó por qué se emocionó tanto después de marcar su primer gol en Primera: “La emoción fueron por muchas cosas. Me acordé de mi abuela, de mi mamá también… Mi abuela falleció cuando estaba jugando en el Sub-17 y ahora con la familia estamos pasando un momento difícil también por el tema de mi mamá. Uno siendo tan chico con 18 años quiere tener a su mamá en el estadio y no poder porque está enferma es algo muy triste”.
Además, agregó en diálogo con ESPN: “Gracias a Dios va a ir mejorando y con todos mis hermanos estamos apoyándola, pidiéndole a Dios que salga todo bien. El gol es para ella, seguro me está mirando, la quiero mucho y mañana la voy a ir a ver”.
Un hermoso gesto
La novia del Diablito publicó a la medianoche una historia en la que se lo puede ver al futbolista del Más Grande -todavía con la ropa del club puesta- visitando a su mamá. El pibe ni siquiera aguantó al día siguiente para ir a visitar a su mamá en la clínica y tuvo que ir esa misma noche. Un gesto hermoso que seguramente habrá alegrado mucho a esa mujer que acompañó desde el primer momento a su hijo, que además de ser un extraordinario futbolista, también tiene el sentido de la familia sumamente arraigado.