La bomba que estalló tras la consagración ante Rosario Central tuvo muchas aristas diferentes. La sorpresa de los hinchas, la preocupación de los dirigentes, la reacción del cuerpo técnico, el regocijo de los clubes que depositaron sus ojos en él y se lo quieren llevar. Pero también, la ilusión de quienes esperan que Claudio Echeverri pueda dejarle buenos dividendos cuando finalmente se confirme su salida de River. Especialmente quienes forman parte de Deportivo Luján, su primer club en el Chaco.
“Empecé jugando en mi club de barrio y con mis amigos. Jugaba descalzo porque me gustaba. Cuando vine a River ya entrenaba y jugaba en Deportivo Luján. Por suerte tuve la chance que les gustó como jugaba y me llevaron a River”, contó en alguna entrevista el jugador que está pronto a cumplir 18 años.
Las declaraciones del Diablito, con los días, fueron tomando otro color. Más allá de que las negociaciones por la renovación siguen abiertas también es está abierta la chance de una salida, en una cifra que sería cercana a su cláusula de recisión (que ronda los 20 millones de euros). Los números que se manejan son más que interesantes y eso llamó la atención del club que lo vio nacer.
“Queremos manejar las noticias con mucha prudencia, estamos esperando obviamente a que se vayan dando las situaciones, pero siempre apuntamos a que a los chicos -en este caso a Claudio-, les vaya bien en sus carreras ya que es un ejemplo para todos”, declaró Emiliano Chiaramonte, presidente del Deportivo Luján, a Radio Provincia.
Del Chaco a Núñez
El Diablito llegó a Deportivo Luján a los ocho años, que es la edad en la que empiezan a competir en la Liga Chaqueña. Luis Cuevas, su primer entrenador, recuerda que en cada partido volvía locos a sus rivales. Tal es así que en su primer año llegaron a las semifinales del torneo y al año siguiente fueron campeones.
Pero duró poco, porque en una prueba de jugadores que se hizo en la ciudad, Cuevas decidió llevar a todo su equipo, pero le avisó a los entrenadores de River que tenía un jugador para ellos. Lo vieron y le dieron la razón. Deslumbró a Claudio Otermín y Daniel Brizuela y decidieron llevarlo para las Infantiles, en el 2017. Leandro Rosso era el presidente del club del barrio Villa Río Negro que hizo el primer acuerdo con el Millonario.
“Nosotros pudimos firmar en ese momento un convenio por dos chicos, uno era Claudio, en el que al club le quedaba un 15% de un futuro pase, con tope de un millón de dólares. En ese momento era firmar algo muy importante”, contó el exdirigente, quien encabezó la Comisión Directiva durante 12 años, al Noticiero 9 de la televisión local.
“River nos dio algo que es muy difícil que se de, porque había otros clubes atrás“, agregó Rosso. Ese acuerdo se fue actualizando en varias oportunidades y nuevamente en este 2023 con la nueva comisión que encabeza el actual presidente Chiaramonte.
En aquel 2017, Echeverri subió rápido de Infantiles a Novena y con apenas 11 años deslumbró a todos jugando el Champions Trophy y convirtiéndole goles a grandes potencias mundiales. Los flashes lo iluminaron y lo siguieron hasta el día de hoy. A su regreso, fue campeón por primera vez con la Novena.
Ya en aquel entonces, el presidente Rodolfo D’Onofrio reconoció que había sondeos de varios clubes del exterior por el pibito que la rompía. En medio de la pandemia, la joya de River debió adaptarse a entrenar por Zoom para luego, una vez que se normalizó el fútbol, volver a demostrar por qué se había hablado tanto de él. A fines del 2022, Claudio firmó su primer contrato, con una cláusula de recisión millonaria. La misma de la que ahora se está hablando tanto.
Deportivo Luján sueña
“Lo que no queremos es generar falsas expectativas, tenemos un tope que fue establecido en el convenio, aunque claramente el dinero que pueda ingresar nos será de mucha utilidad”, explicó Chiaramonte sobre el dinero que podría ingresarle al club en caso de una venta al exterior. Además, explicó que más allá de que los clubes perciben dinero por los derechos de formación cuando un jugador firma un contrato con otro club, es diferente la situación con River.
“En el caso de Echeverri, hay otro marco jurídico que nosotros hemos acordado, así que queremos ser prudentes con esta cuestión”, agregó. Pero claro que ante los rumores de venta, sueñan con finalizar obras que están iniciadas y el dinero puede ser clave para concretarlas.
“Hay obras de infraestructura con las que venimos soñando hace mucho, pero además crecimos en cantidad de personas haciendo actividad física. La intención es aprovechar al máximo las condiciones edilicias y tener más equipos deportivos. Se habla del Diablito Echeverri y se menciona que es la futura estrella del fútbol y eso es un gran orgullo para todos nosotros”, agregó.
“Estamos terminando obras que iniciamos con la gestión provincial anterior y vamos necesitar del respaldo de la actual; pero tenemos una cancha de entrenamiento en la que también juegan las Inferiores, el fútbol 11, un playón donde se practica fútbol 5 y hockey; vestuarios y dos canchas auxiliares“. Hoy en día son cerca de 400 chicos que utilizan las instalaciones del club.
El expresidente Rosso fue algo más allá con lo que puede ocurrir si se vende al Diablito: “Estamos cerca de tener nuestra propia cancha. Ya tenemos la tribuna local, y los vestuarios, sólo nos estaría faltando tribuna visitante y un cerramiento para poder empezar a jugar de local”. Y agregó: “Nos pidieron que todo el predio lleve el nombre de Claudio”.
Un estadio Claudio Diablito Echeverri para Deportivo Luján. ¿Por qué no?