“Al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver”, dice Joaquín Sabina en una canción que, hasta ahora, parecía reflejar la carrera como entrenador de Marcelo Bielsa. Es que el Loco, que ha dejado su huella cada tierra que pisó, nunca había mirado hacia atrás. Pero eso puede estar por cambiar.
Son más de treinta años de trayectoria como DT, con la premisa de cumplir con un trabajo y partir hacia nuevos rumbos. Una especie de “democratización” que lo hace llegar a conquistar a nuevos hinchas en lugar de reencontrarse con viejos amores. En Newell’s el estadio lleva su nombre, pero su regreso al fútbol argentino, tras su paso por Atlas y América de México, fue a Vélez. Estuvo en Espanyol y Athletic en España, en Lille y Marsella en Francia, en las selecciones de Argentina y Chile, más su última aventura en Leeds de Inglaterra.
Athletic Club, de Bilbao, es uno de los pocos clubes de España que todavía celebran elecciones para elegir sus autoridades. La cita es esteviernes 24 y como Aitor Elizegi, el actual presidente, no irá por la reelección, se abren muchas posibilidades para el desarrollo de un nuevo proyecto deportivo. Iñaki Arechabaleta, uno de los candidatos, decidió jugar fuerte: si es elegido, el nuevo entrenador será Marcelo Bielsa. La confirmación del DT, tantas veces hermético, llegó a través de un video en el que cuenta que ya analizó los 45 partidos del primer equipo en la última temporada, y también otros tantos de las filiales y juveniles.
“Quizá los dos entrenadores que más me han marcado han sido Marcelo Bielsa, es el entrenador más diferente, más original que he tenido nunca, y Ernesto Valverde, por el que siento un gran aprecio por cómo es él como persona y por la forma de gestionar el vestuario que tiene”, contó Ander Herrera en una entrevista en Marca en 2019. Proféticas palabras, ya que los otros dos candidatos a presidir Athletic tienen al ex DT de Barcelona como cabeza de sus proyectos.
Markel Susaeta recuerda la exhibición del equipo en Old Trafford en octavos de la Europa League 11/12: “La mañana del partido entrenamos durante dos horas, sin parar, haciendo sprints. A la noche jugamos el partido de nuestras vidas”. Los métodos de alguien a quien apodan Loco, muchas veces fueron puestos en discusión. El mismo jugador de Athletic reconoce que “para la final no sé qué pasó, estábamos muy cansados”. Atlético Madrid de Cholo Simeone se la llevó 3-0 sin atenuantes. Luego, el equipo del Loco cayó por el mismo resultado ante Barcelona de Guardiola con una exhibición de Messi.
Pero su etapa en el club del País Vasco no suscitó solamente ilusiones y elogios. Fernando Llorente, delantero estrella del equipo, expresó que “Bielsa es tan obsesivo del fútbol que te vacía mentalmente. Hemos llegado a tener sesiones de entrenamiento de tres horas, sin parar”. Cuando terminó su primera temporada, exitosa en cuanto al protagonismo que consiguió imprimirle al equipo, presentó la renuncia tras una serie de altercados con la dirigencia por unas obras en el club que, entendía, complicaban su trabajo. La situación llegó incluso a una insólita autodenuncia por agresión al jefe de esas refacciones. Y dejó, en una conferencia de prensa, una frase con su sello: “Siempre se juzga cuando uno se comporta como un salvaje, pero nunca se juzga cuando uno provoca esa respuesta desproporcionada”.
Sorteó esa situación incómoda y renovó su contrato, pero las cosas ya no fueron como antes y la segunda temporada marcó el cierre de su ciclo. Una anécdota tras su último partido lo pinta de cuerpo entero: “Al terminar la despedida de San Mamés, un socio del Athletic espera la salida de Marcelo Bielsa, para dar ánimos y su particular adiós a un hombre que el socio en cuestión admira y que no duda de que será su último partido con el Athletic.
Sale Bielsa y muy amablemente atiende a este socio. En un momento de la conversación Bielsa se fija en una chapa que lleva el socio, una foto del propio Bielsa y la leyenda ‘Bielsa Karajo’. De repente, Bielsa le dice al socio que le gustaría tener esa chapa como recuerdo, que le haría mucha ilusión llevársela justo en el mismo momento que abandona San Mamés. El socio por supuesto que se la ofrece y además encantado. Mientras se la está quitando, Marcelo le dice que no la acepta como regalo y que para que la acepte debe producirse un intercambio de regalos. Ni corto ni perezoso, se quita su reloj y se lo ofrece al socio por la chapa. El socio duda, ante la diferencia de valor no ve bien el cambio. Marcelo insiste y sentencia, no importa el valor en metálico de ambas cosas sino que lo más importante es que tienen el mismo valor sentimental”.
En los próximos días sabremos si Marcelo Bielsa, el DT estadio, el DT bandera, tendrá una segunda vuelta por primera vez en su carrera. Un entrenador formador, reconocido mucho más por lo central del fútbol, jugadores y técnicos, que por hinchas o periodistas. Un entrenador que no tiene la culpa del bielsismo bobo capaz de celebrarle una salida a un supermercado, ni de su primo hermano, el anti bielsismo bobo que solo dice “primera ronda”. Un entrenador con más de treinta años de trayectoria, aún vigente, inspiración de colegas con perfiles tan distintos como Zidane y Guardiola. Un entrenador para el que, hasta ahora, la despedida siempre había sido un adiós y nunca un hasta luego.