El 11 de septiembre de 2021, Emma Raducanu ganó su primer título como tenista. No fue cualquier título, fue el US Open y marcó un hito en la historia del tenis al ser la primera en ganarlo llegando desde la qualy, sin ceder un solo set y sin siquiera ganar un tie break. Detalle no menor, la británica en aquel entonces tenía nada más y nada menos que 18 años.
Desde entonces, las marcas se interesaron en ella y le ofrecieron contratos importantes. Lógicamente, ser una promesa femenina británica del tenis era el escenario ideal para que empresas de la talla de Dior, Tiffany & Co., Vodafone o British Airways quieran que Emma Raducanu las represente. Según se estima, la tenista -que actualmente tiene 22 años- firmó contratos por 9 millones de dólares.
Puede perderlo todo
Rob Wilson es experto en finanzas deportivas y en diálogo con OLGB se refirió al caso de Emma Raducanu: “Si no empieza a ganar partidos y llegar lejos en los torneos va a tener muchas dificultades para renegociar o renovar cualquiera de sus patrocinios comerciales y su carrera podría terminar en sus inicios”.
El 2024 de Raducanu
A nivel comercial y económico, para Emma Raducanu el 2024 fue espectacular ya que fue la séptima mejor paga entre las deportistas femeninas. Ahora bien, en lo que respecta al tenis, no tuvo un año destacado en absoluto. Llegó a octavos de final en Wimbledon y no mucho más. Tuvo algunas lesiones que la mantuvieron varios meses fuera de las canchas. En cuanto al ranking, terminó en el puesto número 57.
Cambios importantes en su equipo de cara al 2025
La misión de Emma Raducanu es reencontrarse con su mejor nivel y su temporada 2025 iniciará bien temprano en Oceanía. Antes del Abierto de Australia disputará dos torneos en ese continente para adaptarse bien a la superficie y las cuestiones climáticas. Pero lo hará con un nuevo preparador físico. Se trata de Yutaka Nakamura, quien supo trabajar con dos ex número 1 del mundo del ranking de la WTA: Naomi Osaka y Maria Sharápova.