Federico Coria terminó su gira europea de polvo de ladrillo en Roland Garros. El tenista disputó varios torneos importantes en esta etapa del año y el cierre lejos estuvo de ser el esperado, pero nada tuvo que ver con el tenis, sino por una situación horrible que le tocó vivir en el aeropuerto de Barcelona, en la previa a su regreso a Argentina. Tanto él como su pareja sufrieron un robo en el que perdieron algunos artículos personales importantes y documentación, entre la que se encontraban las raquetas de Coria.
El relato de Federico Coria
“Nos chorearon, nos robaron, nos timaron en Barcelona. Llegamos a Barcelona, estábamos en el estacionamiento del aeropuerto cargando las cosas, los autos no están de culata, dan baúl con baúl y no se puede acceder con el carrito. El carrito estaba en lo que es la trompa del auto. Flor (su pareja) me estaba ayudando a bajar los asientos para que entren las cuatro valijas, un carry on, una bolsa donde guardo mis raquetas y un bolso chiquito donde yo guardo mi compu”, afirmó el tenista en su canal de YouTube.
Además, agregó: “Cuando estaba yo metido adentro del auto y Flor bajando uno de los asientos, ella vio algo y salió del auto y vio que había salido alguien corriendo. Escuché gritos de ella y cuando salgo vi que salió corriendo por las escaleras persiguiendo al flaco este. Yo no pude ver para donde salieron corriendo, en la desesperación tampoco cerré nada y ahí no sabemos si se metió alguien adentro del auto y me sacó las raquetas o estaban en el carrito, pero se llevaron la mochila de ella en la que había tecnología, el anillo de compromiso y su pasaporte. Por su celular sabíamos dónde estaba y nos fuimos a hacer la denuncia”
Una respuesta inesperada
“En la desesperación con la gente de Avis -empresa de alquiler de autos- me dicen ´¿No te avisé que robaban acá?´. La verdad que no me imaginé que en el estacionamiento de un aeropuerto era tan común que roben. Por lo que hablamos con la gente de ahí, parece que pasa todos los días. Llegamos a la comisaría y adelante nuestro había dos personas que les había pasado lo mismo”, detalló Coria.
Además, contó su teoría respecto a cómo se dio el robo y quién los marcó: “Cuando estaba esperando que me den la llave del auto había tres flacos que estaban antes que nosotros y nunca los llamaron, para mí fueron esos lo que nos marcaron y se meten entre los autos, tienen ese modus operandi”
Impotencia pura
“Después fui a hacer la denuncia al aeropuerto y eso da un poco de tristeza, que tengan todas las cámaras, toda la tecnología posible y no puedan hacer nada sin autorización de un juez, entonces queda todo en la nada. Ellos mismo te dicen que los que roban tienen más derechos que la víctima. Hablamos con la policía, con la Guardia Civil y después de dos horas de hacer la denuncia, fuimos para sacarnos la duda porque el que nos robó se subió al metro y se fue al Raval, sabíamos la ubicación donde estaba”, dijo Coria.
Finalmente, contó que se pudo meter en el edificio, aunque sin éxito: “Hablamos con vecinos y nos dijeron que sabían que había alguien ahí que robaba. Había dos guardias y me dijeron que ellos no pueden hacer nada, que no se van a meter, solamente pueden hacer algo si lo ven en el momento. En un momento entró una familia, nos metimos y tocamos la puerta, pero no atendió nadie”.