El 25 de noviembre pasado quedará inmortalizado como uno de los días más tristes de la historia: nada más ni nada menos que el día que nos dejó Diego Armando Maradona. Que nos dejó físicamente, por supuesto, porque Pelusa nunca se irá de nuestras mentes y de nuestros corazones. Y su legado será eterno, inigualable y absolutamente épico.
Tal es así que pasa el tiempo y se siguen conociendo historias que tienen a Maradona como protagonista. Mostrando sus aptitudes como futbolistas pero también como persona. Transformándose en el mejor consejero y en aquel capaz de hacer cualquier cosa por sus amigos, aunque también por aquellos desconocidos que necesitaban una mano.
En las últimas horas, ‘Proyecto Pelusa’, en Instagram, compartió la historia de Tomás, un humilde ciudadano argentino que el 11 de noviembre de 2018 tuvo la suerte de poder compartir un partido con Maradona. Lo hizo en el country ‘La Tradición’, en Moreno, donde fue vecino de Carlos Salvador Bilardo. Pero eso no fue todo: por Diego bajó 50 kilos en solamente seis meses.
+La hermosa historia de Tomás con Maradona:
Les juro que lo que están a punto de leer es surrealista, pero 100% real. Todo sucedió en el country La Tradición, en Moreno, donde tiene la casa el doctor Bilardo y donde fui su vecino por 10 años.
Ese día Diego iba a firmar para ser técnico de la Selección, y el Doctor tuvo una ocurrencia para que Diego “aprenda” a manejar un equipo. Armó 2 equipos, y cada uno de nosotros fue llamado como si fuéramos los jugadores del seleccionado. A mí me tocó ser el Kun. En el video Diego me está tirando un amague al mejor estilo Mundial 86. Y como todo rockstar, esa tarde jugó de jean, zapatos y anteojos.
Imagínense toda la gente que había alrededor del campo de juego. Fuimos envidiados por las masas. Qué experiencia. Bilardo nos pidió por favor que no lo atosiguemos a Diego con fotos, pero yo no pude resistirme y se la pedí. Me dijo: “claro, gordo, vení”, y me abrazó. Las piernas me temblaron, estaba con fiebre, y solo pude llorar. Y llorar. Al punto de que no pude pedirle esa firma que tanto me arrepiento de no tener.
Ese día tuve la oportunidad de presenciar un milagro. Diego me dijo, en textuales palabras: “Gordo, si yo pude bajar de peso, vos podés. Bajate treinta kilos de acá a junio que voy a venir a verte”. Nunca volví a verlo, pero bajé 50 kilos en 6 meses.
Al otro día, mientras yo estaba en el colegio, me llama por teléfono Bilardo para decirme que Diego quería jugar de nuevo con nosotros. Imaginate, los profesores diciéndome que parecía una joda, nadie me creía que estaba hablando con el Doctor para jugar con Maradona en dos horas. Por segunda vez en dos días. Me fui del colegio, me escapé. Y junto con mis amigos del barrio fuimos a la misma cancha del día anterior. Esperamos, hasta que apareció el Bora de D10S, y él estaba atrás, fumando un habano y con la gorra de Fidel. Baja la ventana y nos pide disculpas por fallarnos esa tarde, pero tenía una reunión con Grondona en Ezeiza.
Siempre le agradecí a Bilardo por esa experiencia divina que nunca voy a olvidar. Todo muy surrealista, yo les avisé!