Luego de la salida de Miguel Ángel Russo, Sebastián Battaglia se hizo cargo de la dirección técnica de Boca Juniors. El ídolo de la institución tuvo que hacerse cargo del primer equipo en un momento muy delicado, con el Xeneize hundido en la tabla de posiciones de la Liga Profesional de Fútbol de Argentina y con la necesidad de empezar a sumar.
En ese contexto, Battaglia consiguió dos victorias en sus dos primeros partidos pese a que no Boca no se lució. Primero, en la Bombonera, se impuso por la mínima diferencia contra Patronato de Paraná. Algunos días más tarde, en Vicente López, fue 3-1 frente a Platense. Pero, por la novena fecha del certamen doméstico, llegó una prueba compleja.
Este domingo, nuevamente en su estadio, Boca se encontró frente a frente con Racing Club de Avellaneda, uno de los principales protagonistas de la parte alta de la tabla y que llegó bastante afilado después de la partida de Juan Antonio Pizzi y del desembarco de Claudio Úbeda. Promesa de buen espectáculo entre dos grandes del fútbol argentino.
De todas maneras, lo cierto es que la primera parte del partido entre Boca y Racing fue para olvidar lo más rápido posible. El anfitrión intentó hacerse dueño de la pelota pero no tuvo ni claridad ni profundidad como para generar situaciones de peligro. En tanto, la Academia tomó algunos recaudos más y no pasó grandes sobresaltos.
La etapa complementaria, para desgracia de todos los que siguieron el partido, no fue muy diferente del primer período. El trámite se vio invadido por la escasez de vuelo futbolístico y las pocas ocasiones generadas pese al leve dominio de Boca. ¿El resultado? Una pálida paridad sin anotaciones que le sirve más a Racing que al Xeneize.
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