El fútbol argentino tiene a su primer ascendido a la Liga Profesional. En el estadio Florencio Sola, ubicado en la Zona Sur del Gran Buenos Aires, Tigre y Barracas Central se quedaron con todas las emociones de los futboleros.
Después de que protagonizaran un gran campeonato en la Primera Nacional, los dirigidos por Rodolfo De Paoli y los de Diego Martínez alcanzaron la merecida final y se midieron en la cancha de Banfield. Y el cotejo tuvo todos los condimentos, incluso la canción de la película The Advengers.
Los primeros 45 minutos fueron de ida y vuelta, aunque por momentos los dos equipos redujeron la intensidad. Sin embargo, hubo tiempo para que cada uno tuviera sus respectivas situaciones de gol. Hasta que llegó la apertura del marcador.
Tigre se impuso a los 42 minutos luego de un grosero error del arquero de Barracas Central, Maximiliano Gagliardo, quien despejó corto y le cedió la pelota a Cristian Zabala. El mediocampista del Matador capturó el balón, se acomodó y sacó un tremendo remate para que se transforme en el grito sagrado de todos los hinchas que llegaron desde el José Dellagiovanna.
Ya en la segunda mitad, Tigre apostó a sus jerarquía y generó muchísimas dudas en el Guapo, que no pudo imponer el juego que lo trajo hasta la final. De hecho, en los primeros minutos, Gagliardo volvió a mostrar su nerviosismo y tuvo un error similar al que provocó el gol del Matador.
Si bien hasta los 15 minutos del complemento las situaciones, con mesura, estuvieron por cada lado, el partido se transformó en una gran meseta y no hubo emociones.
A partir de este triunfo, Tigre regresó a la máxima categoría del fútbol argentino, ya que había perdido la división en 2019 tras 12 largos años (el último ascenso lo había conseguido en 2007). Por su parte, Barracas Central disputará la semifinal por el segundo boleto a la Liga Profesional, aunque todavía no tiene rival confirmado y saldráde Quilmes, Deportivo Morón, Ferrocarril Oeste, San Martín (T), Almirante Brown o Independiente Rivadavia (M).