Partido picante en un Estadio Monumental colmado. Es que, bajo la órbita de la decimocuarta fecha de la Liga Profesional de Fútbol de Argentina, River Plate y Boca Juniors se encontraron frente a frente por un nuevo Superclásico.
Bajo una tarde soleada, los equipos comandados tácticamente por Marcelo Gallardo y Sebastián Battaglia salieron al verde césped del Antonio Vespucio Liberti con el objetivo en común de hacerse con tres puntos realmente importantes.
Y, como no podía ser de otra manera, la pierna fuerte reinó desde el primer minuto. Tal es así que, en la primera dividida, Enzo Pérez llegó tarde y vio la amarilla cuando solamente se disputaban cuatro minutos de la primera etapa.
Luego llegó el turno de Marcos Rojo. El experimentado defensor de Boca, fiel a su estilo, cortó un avance en velocidad de Braian Romero y vio la tarjeta amarilla por parte de Fernando Rapallini, la máxima autoridad del encuentro.
Más tarde, solamente dos minutos más tarde, el mundialista con la Selección Argentina hizo lo propio ante una jugada protagonizada por Agustín Palavecino y vio otra tarjeta amarilla. Sí, el juez no lo perdonó y lo expulsó del Superclásico.