Se cumplen 20 años de un hito histórico del fútbol argentino: en el Estadio Nuevo Monumental, Huracán de Tres Arroyos logró su único ascenso a la Primera División al vencer a Atlético Rafaela por 3 a 2 y quedarse con el resultado global de la Promoción por 5 a 3.

Para recordar este ascenso del Globo tresarroyense, Bolavip habló con Jorge Izquierdo, una de las figuras del plantel; Eduardo Anzarda, el entrenador en esa temporada; y con Mariano Pérez, Vicepresidente Primero en 2004 y actual Presidente de la institución, que contaron cómo vivieron este logro. 

La campaña para llegar a la Promoción

En su tercera temporada en la Nacional B, con una promoción perdida en 2001 contra Lanús, Huracán de Tres Arroyos finalizó en el cuarto puesto del Apertura y tercero en el Clausura. A su vez, fue el primero de la tabla general, lo que le permitió jugar por el segundo ascenso a Primera

“Reforzamos algunos puestos y mantuvimos la base, por lo que ya veíamos que estábamos con alguna posibilidad de llegar a Primera División, que en ese momento era difícil, pero teníamos buena calidad de jugadores y gente que nos apoyaba. De a poco fuimos ganando y tuvimos la posibilidad de ascender directo con Almagro primero, y después de perder, jugar la promoción con un equipo de Primera. Salimos a jugar partido a partido con el compromiso de tratar de jugar bien al fútbol, que no especulemos y seamos ofensivos, buscando siempre el triunfo, sin desmerecer a nadie, teníamos ocasiones de pelear de igual a igual con todos los históricos de la categoría. Sentimos que íbamos por el camino correcto”, contó Anzarda, DT de aquella campaña, al respecto sobre el armado del plantel y la campaña.

“Yo volví para esa temporada, cuando el equipo todavía no llegaba a su techo. El plantel estaba bien, ahí todavía estaba Rodrigo Palacio que nos había dado un plus, ya se notaba que era distinto. En esta campaña del ascenso solo estuvo seis meses, después se fue a Banfield. Era un plantel bueno, la verdad era un gran plantel, con grandes seres humanos, muy arraigados a la ciudad, se compartía mucho y había mucho compañerismo, que fortaleció al grupo. No solo disfrutamos de jugar, sino también de compartir momentos, asados y divertirnos en la cancha. Nos iba tan bien que disfrutamos mucho”, opinó Izquierdo sobre el equipo.

Rodrigo Palacio festeja un gol para Huracán de Tres Arroyos. (Foto: Archivo).

Rodrigo Palacio festeja un gol para Huracán de Tres Arroyos. (Foto: Archivo).

Por su parte, el Vicepresidente Pérez comentó: “Nos parecía algo imposible, se fue dando muy paulatino, por eso también es que llegamos bastante bien organizados desde varios puntos a Primera y mentiría si digo que armamos el plantel porque íbamos a intentar llegar a Primera, se fue dando”.

La final por el ascenso con Almagro 

Gracias a la buena campaña a lo largo de la temporada, Huracán de Tres Arroyos logró el boleto para jugar contra Almagro por el segundo ascenso a Primera. Tras perder 2 a 0 la ida, el Globo ganó 2 a 0 de local, pero perdió la definición por penales por 4 a 3, por lo que no logró coronarse. “Realmente fue un golpe muy duro, porque en realidad íbamos convencidos de que podíamos ganar y subir directo”, recordó Anzarda.

Y siguió destacando la fortaleza del plantel para salir adelante tras esta derrota: “Esa semana los agarré a todos, fue cuando nos sacaron de acá porque la AFA nos sacó la localía y tuvimos que ir a Mar del Plata a jugar el partido, y nosotros teníamos la fortaleza acá en Tres Arroyos. Realmente fue un partido en el que lo enfoqué con que nosotros teníamos todas las de ganar porque veníamos de pelear por un ascenso y estar entre los 4 primeros durante todo el campeonato, mientras que Rafaela venía de estar todo el campeonato de primera en los últimos puestos, por lo que tuvo que jugar la Promoción, quería decir que teníamos que ir con confianza y hacer nuestro fútbol. 

“Fue un golpe duro porque con Almagro no tuvimos un buen primer tiempo de visitante, donde sacan la diferencia. Para mí fue un golpe duro, difícil, porque el equipo había jugado martes y ese sábado y tenía que volver a jugar a los pocos días la promoción con Rafaela. Realmente terminamos muy cansados, desanimados porque se escapó el ascenso directo y ya era un partido con un equipo de primera. Nos preguntamos cómo nos podíamos recuperar rápido para jugar una nueva final. Siempre digo que me quedo con las palabras de Anzarda al otro día, que nos dijo que íbamos a estar a la altura, el equipo estaba muy dolido, pero con el pasar de los días nos fortalecimos de vuelta y pudimos competir como lo hicimos, de igual a igual con Rafaela que había ganado sus últimos dos partidos para llegar a la Promoción”, afirmó Izquierdo al respecto. 

El triunfo 2 a 1 en la ida contra Atlético Rafaela

Después de perder con Almagro, el Globo tuvo una nueva oportunidad para ascender: jugar la Promoción contra Atlético Rafaela. Para esta llave, el equipo tresarroyense recibió una mala noticia, ya que le notificaron que no iba a poder jugar en condición de local en su estadio, el Roberto Lorenzo Bottino

“Lo tomamos muy mal porque vi que a la AFA no le interesaba que Huracán de Tres Arroyos estuviese en Primera. En realidad nosotros llegamos por convicción, por el buen fútbol que practicamos y por la institución que nos apoyó, al igual que la ciudad. Fuimos nerviosos, yo traté de poner tranquilidad, dije que era un partido de fútbol y que nosotros en el Nacional B jugamos en campos donde estábamos solos y siempre jugamos bien porque nos dedicamos a jugar el partido, más allá de la cancha rival. Hablamos toda la semana sobre esto, nos tranquilizamos, pero veíamos que había una mano negra que nos sacaba de la ciudad cuando Rafaela prácticamente no tenía la cantidad de gente para traer a Tres Arroyos y decir que el estadio era chico. Fue un golpe duro, nos querían demostrar eso, pero esto nos hizo fuerte, les dije que teníamos que demostrar que éramos un buen equipo. Ganamos muchos partidos de visitante y con esa mentalidad fuimos a Mar del Plata, a jugar igual a pesar de ser visitante”, dijo el entrenador Anzarda al respecto. 

Mientras que el dirigente aportó: “No lo tomamos tan a la tremenda porque consideramos que era muy posible que pase. No lo tomamos muy de sorpresa porque ya lo teníamos metido en la cabeza que iba a ocurrir eso. Creo que no nos afectó porque ya medio que lo teníamos internalizado que iba a suceder”.

Finalmente, el partido se disputó en el José María Minella de Mar del Plata, y el mismo finalizó 2 a 1 a favor de Huracán de Tres Arroyos, con goles de Claudio García y Ezequiel Miralles, mientras que Fabián Césaro empató transitoriamente para la Crema. “En la semana previa al partido de ida ya estábamos convencidos de que íbamos a Mar del Plata a ganar, dominamos casi todo el partido, nos pusimos en ventaja, nos empatan en una jugada aislada y nosotros pudimos marcar el segundo gol”, sostuvo Anzarda

La revancha contra Rafaela

Con el resultado a su favor, Huracán viajó a Rafaela para jugar contra la Crema sabiendo que con un empate se aseguraba el ascenso a Primera División, mientras que si era derrotado, iba a jugar una temporada más en el Nacional B

“El mensaje mío fue que íbamos a tener un partido complicado, en el que no había que meterse con el árbitro para nada, no había que discutir nada. Ya al minuto 5 le hicieron un penal grande como una casa a García que no lo cobran. Antes del partido y en la semana les dije que teníamos que enfocarnos en los 90 minutos, que entramos con 11 y nos vamos con 11. No había que protestar al árbitro que podía tener intereses con el otro equipo y nos podía complicar con una tarjeta roja. Después les dije que hagan su partido, y así fue como se presentó. Hubo cosas raras ahí que ya las imaginaba, con todo lo que nos habían hecho, ya que en el primer año contra Lanús también nos sacaron la localía y nos hicieron jugar por el ascenso en cancha de Platense, ya hubo una mano negra”, contó Anzarda sobre la previa del encuentro.

Pasados los primeros 45 minutos del partido, con un arbitraje polémico de Gabriel Favale, quien omitió un penal a Claudio García, Atlético Rafaela se fue ganando al entretiempo por 2 a 1, con goles de Gandín y Villa, mientras que Galván había abierto la cuenta.

Nos bombearon por todos lados, ganábamos 1 a 0, no nos dieron un penal, nos dieron vuelta porque hubo una jugada con una falta grande donde nos marca un gol Rafaela, en un partido muy intenso. En el entretiempo, como yo había hablado mucho del tema de los árbitros, no protestamos, pero vinieron todos muy nerviosos al vestuario, viendo que nos estaban robando la posibilidad de ascender. Los junté a todos y reaccioné pensando que estábamos a un gol de ascender, por lo que no había que perder la energía en discutir con el árbitro, que había que salir al segundo tiempo con fe porque con un gol ascendíamos. Tampoco le teníamos que dar de comer a los árbitros”, reveló el DTsobre la charla en el entretiempo. 

Por su parte, Izquierdo comentó: “Anzarda siempre nos dio la tranquilidad porque se podía dar vuelta. Recuerdo que justo se me acercó Gustavo Guevara que me dijo ‘Jorge vos siempre apareces en las finales’. Tampoco pensábamos mucho, no teníamos grandes presiones, teníamos esa tranquilidad, no hablamos mucho, tratamos de creer en nosotros y el DT nos daba constantemente tranquilidad. Jugando bien o jugando mal no perdía la compostura y te arengaba en mejorar y confiar en uno”.

Jorge Izquierdo celebra su gol contra Atlético Rafaela. (Foto: Archivo).

Jorge Izquierdo celebra su gol contra Atlético Rafaela. (Foto: Archivo).

“Fueron unos minutos en ese entretiempo en los que algunos dirigentes del club hablaron con el referí haciéndole ver estas situaciones. Por supuesto uno cuando está en una situación así le parece que están en contra de uno, pero los árbitros se equivocan para los dos lados. Hubo conversaciones para hacerle ver que los dos equipos eran iguales y que el partido se defina deportivamente, no por el árbitro. A lo largo de los 90 minutos su actuación no fue alevosa”, explicó Pérez sobre el accionar de los dirigentes en estos 15 minutos.

En el complemento, el 10 y figura de Huracán, cumplió con el pedido de Guevara y apareció en el segundo tiempo marcando dos verdaderos golazos de tiro libre para dar vuelta el partido y obtener el tan ansiado ascenso. “El primer gol fue un poco fortuito, en el sentido de que no quiero pegarle al arco, quiero tirar un centro porque teníamos buenos cabeceadores”, confesó el Chopi.

“Ya en el tercer gol me hacen la falta a mí, Claudio García me lo pidió pero le dije que me lo deje a mí porque lo iba a meter. Realmente no sabía si lo iba a meter, pero entró. A veces hay que estar un poco iluminado y hay que tener esa cuota de suerte que se puede tener en lo personal. La tuvimos porque muchas veces esas jugadas pegan en el palo y salen. Ese día entraron y a partir de ahí Rafaela sintió el golpe y nosotros tuvimos la tranquilidad de mantener la diferencia para festejar”, siguió Izquierdo con su análisis. 

Ahí fue que apareció Izquierdo y sacó esa fe y esa calidad que nos hizo ganar el solo el segundo tiempo con dos golazos que hoy serían los goles del año, dos tiros libres impresionantes que nos dieron la alegría de que se dio lo comentado, de jugar y no darle la importancia a nadie. Fue una alegría inolvidable”, soltó Anzarda.

Los festejos y el interminable viaje a Tres Arroyos

Estuvimos en el vestuario festejando con los familiares que nos fueron a saludar, se festejó mucho ahí. Viajamos y cenamos en Rosario, íbamos descansando, charlando entre nosotros. Necesitaba bajar un cambio por la euforia porque había sido una semana dura desde la tensión, porque más allá que sabíamos que era difícil lo que logramos, siempre del otro lado si no ganas te van a criticar, eso lo llevábamos adentro y lo queríamos plasmar con un triunfo”, comentó Izquierdo sobre los festejos tras el ascenso. 

“Fue realmente un desahogo, lloramos, era una alegría increible vernos en Primera, era el sueño de todos los chicos. Habían muchos chicos que estaban en el plantel desde el inicio y que nunca habían jugado en Primera. Lograron subir a un equipo humilde y trabajador a primera. En el campo todos cantamos, festejamos, la gente que fue a Rafaela nunca se va a olvidar ese momento”, contó Anzarda sobre sus sensaciones. 

Los festejos de Huracán de Tres Arroyos en el vestuario de Rafaela. (Foto: LU24).

Los festejos de Huracán de Tres Arroyos en el vestuario de Rafaela. (Foto: LU24).

Y Pérez, presente en la popular, comentó:Los minutos posteriores a la finalización del partido fueron interminables, yo estaba en la popular detrás del arco. Tener a los jugadores todos colgados en el alambrado y estar muchísima gente de Tres Arroyos ahí festejando algo histórico fue tremendo, la gran mayoría llorando de alegría. Siempre cuento que fue la primera vez que lloré de emoción, y así mucha gente que inclusive no era hincha del club lo vivieron igual porque vieron el esfuerzo del club”.

El festejo de los jugadores de Huracán de Tres Arroyos en el Nuevo Monumental. (Foto: LU24).

El festejo de los jugadores de Huracán de Tres Arroyos en el Nuevo Monumental. (Foto: LU24).

Los jugadores de Huracán de Tres Arroyos celebran en Rafaela.

Los jugadores de Huracán de Tres Arroyos celebran en Rafaela.

Pocas horas después de lograr el ascenso, el plantel de Huracán regresó a Tres Arroyos en un interminable viaje para festejar junto a toda la ciudad que los esperaba en la Municipalidad. “El viaje a Tres Arroyos fue impactante, no sé la cantidad de kilómetros que había gente con tractores, haciendo caravana, la ruta estaba completa. La llegada a la municipalidad fue inolvidable, fue una situación que realmente lo merecíamos por los años que habíamos tenido deportivamente. Lo merecía la institución, sus directivos, la gente que trabajó siempre con buenas armas y lealtad, dando lo mejor”, esbozó Anzarda

“Ya cuando llegamos a Juárez empezamos a ver gente y llegando a Tres Arroyos empezamos a tomar dimensión. Si bien nos decía nuestra familia cómo estaba la ciudad, con tanta gente esperándonos no lo imaginábamos cuando salimos de Rafaela”, siguió Izquierdo. 

“El viaje de vuelta, desde Juárez, a 100 km de la ciudad, la gente se empezó a acercar a la ruta, este último trayecto fue interminable, nos demoró mucho tiempo y cada vez que nos acercábamos se hacía más importante el apoyo de la gente. Se formó una caravana de autos impresionante y cuando logramos llegar a la Avenida Belgrano, no puedo decir con exactitud, pero habían 3 filas de personas por la vereda, teniendo en cuenta que era un día laborable, la gente fue igual a esperar al equipo. Llegamos a la Municipalidad, ingresamos a los balcones y vimos que la plaza era rojo y blanco. No puedo hablar de cantidad de gente, pero estaba medio Tres Arroyos en el corazón”, contó Pérez.

La llegada del colectivo de Huracán de Tres Arroyos a la ciudad. (Foto: LU24).

La llegada del colectivo de Huracán de Tres Arroyos a la ciudad. (Foto: LU24).

Dentro de estos festejos, estuvo presente Rodrigo Palacio, quien jugó los primeros seis meses de la temporada, y ya que tal como afirmó Mariano Pérez, “Se sentía parte de este triunfo porque de hecho jugó el primer semestre, y fue uno de los que estaba festejando junto al grupo, porque esa unión que se había logrado se mantuvo y al día de hoy hay mucha relación entre los jugadores. Anzarda es uno de los artífices de esa situación, Roberto Bottino por supuesto que también. Era un grupo de personas que logró que Huracán no solo triunfe deportivamente, sino que sea un ejemplo en cuanto a comportamiento y organización”.

El rápido descenso al Nacional B y la desafiliación de AFA

En su única temporada en Primera División, Huracán tuvo un flojo rendimiento, por lo que rápidamente se consumó su descenso al Nacional B. Tal como lo explica su actual presidente, uno de los principales motivos fue la decisión de utilizar el dinero para construir su estadio y no incorporar jugadores. 

El equipo de Huracán de Tres Arroyos en Primera División.

El equipo de Huracán de Tres Arroyos en Primera División.

“Fue un tema muy difícil, primero porque desde varios puntos de vista había una oposición a realizar la reforma del estadio en el lugar donde actualmente está. Tuvimos varias reuniones con el Intendente de la ciudad, con el Jefe de la Policía y con el presidente de Aprevide. Estaban todos en contra de realizar las modificaciones en nuestra sede por una cuestión de peligro y de lo que podía sufrir el barrio con la consecuencias de las visitas de barras bravas. Nos costó mucho poder torcer esas posturas, tuvimos que realizar varios viajes a Capital Federal y La Plata. Paralelamente estábamos pensando en qué hacer deportivamente hablando. Fue muy discutido, nadie tenía la bola de cristal como para decir vamos a hacer esto o lo otro. Se decidió por algo intermedio, se formó un equipo no del todo competitivo, y por el otro decidimos hacer el estadio. Obviamente pasado el tiempo uno puede tener otra opinión. También influyó mucho en la comisión el apoyo que recibió de la gente, como para que Huracán tenga su estadio acá y que Tres Arroyos pueda recibir a los equipos importantes. Otro motivo fue también tener la esperanza de poder seguir en los primeros planos del fútbol del país y eso no iba a poder ser posible si teníamos que viajar todos los fines de semana”, comenzó en su explicación.

Y agregó: “Hubo mucha inexperiencia de nuestra parte, estábamos absolutamente para cualquier trámite y reunión a 500 km de donde se hacen. Hace 20 años los medios de comunicación no eran los mismos que hoy, para hablar con quien programaba los partidos y decidía qué partidos se televisaban teníamos que ir a Buenos Aires, y nosotros teníamos que dejar nuestro trabajo y perder todo el día para charlar media hora en Buenos Aires. Eso nos desgastó mucho, también tuvimos inexperiencia y falta lógica de peso en la AFA. Eso hizo que cometamos errores. Quizá también la elección de algunos jugadores, de algún técnico. Todos los errores fueron involuntarios, siempre en la búsqueda de lo mejor para el club, tratando de llegar a poder mantenernos en las categorías. Si ves los resultados deportivos una vez que se desciende, más allá de que fue rápido, siempre se estuvo luchando, no es que salimos últimos siempre. Lamentablemente la situación económica se ponía cada vez peor, el club se endeudó mucho y tuvimos que tomar la decisión, que me tocó hacerlo a mí, de no poder continuar jugando, porque si hubiéramos seguido hoy por hoy no sé si tendríamos al club”.