El desembarco de Ramón Díaz como entrenador de San Lorenzo en 2007 generó expectativa pero también polémica, por la condición de llevar con él a sus dos hijos. Emiliano, quien hasta hoy comparte con él funciones de entrenador, llegó a justificar esa presencia jugando 10 partidos oficiales. Michael no y con el correr de los años se abrazó a una pasión completamente diferente: la ganadería.
La vida del más joven de los dos hijos estuvo repleta de giros inesperados, como el que lo llevó a ser parte de un ambicioso proyecto en Oxford United, de la cuarta categoría del fútbol inglés, acompañando a su padre con nada más que 18 años y sin experiencia como jugador profesional. Tres años más tarde, después de pasar por San Telmo, arribó a San Lorenzo, también como parte del combo con el que se presentaba por aquel entonces uno de los entrenadores más ganadores en la historia del fútbol argentino.
Sin haber podido tampoco hacerse lugar en El Ciclón, la carrera de Michael lo llevó por Indios de Chihuahua, México, en 2008 y Defensores de Belgrano en 2009, sin mayor trascendencia. Para ese entonces, ya se había adentrado en el mundo de la ganadería explotando los campos que Ramón había comprado a mediados de los 90.
Siguió jugando, pero ya no de manera profesional. Pasó por Ferro de Trenque Lauquen y también por Deportivo Urdinarrain, en Entre Ríos, donde cerró de manera definitiva el ciclo como futbolista y se abocó de lleno a la práctica ganadera a cargo de La cabaña Angus Los Ramones, que este 2025 hizo su estreno en la Expo Rural de Palermo.

En 2023 hubo un episodio que marcó su vida para siempre. Mientras viajaba junto a su familia por la Ruta 5, cerca de la localidad bonaerense de 9 de Julio, sufrió un choque frontal con su camioneta en el que murió su mujer, Bárbara Oliver, madre de su hijo Milo, que por entonces tenía 6 años y también viajaba con ellos. También murió Aldo Flaque, quien estaba radicado en la localidad de 25 de Mayo y conducía el otro vehículo involucrado en el choque.
Aquel accidente provocó, entre otras cosas, que Ramón y Emiliano Díaz renunciaran a la conducción del Al Hilar de Arabia Saudita con la finalidad de poder estar cerca de Michael y Milo. “Estoy viviendo un momento difícil, complicado, por eso tengo que regresar a Argentina para acompañar nuevamente a mi familia. Gracias a todos el mundo en Arabia Saudita, por cómo me han tratado. Les pido disculpas nuevamente, los quiero mucho y seguramente van a seguir ganando”, dijo el DT en un sentido discurso de despedida.
El oficio ganadero
Más de dos años después del accidente que lo marcó, Michael Díaz está plenamente enfocado en la actividad ganadera desde La cabaña Angus Los Ramones, con la que ya lleva realizados remates y este año se presentó por primera vez en la Expo Rural de Palermo.
“A inicios de los 90 volvimos con la familia al país y mi papá compró el campo. Siempre le gustó la ganadería. Yo en ese entonces era muy chico, pero con el pasó de los años me picó también ese bichito y a los 23 me empecé a dedicar de lleno a esto”, le contó el menor de los Díaz desde allí a Bichos de Campo.
Y agregó: “Mi viejo es un ejemplo. Siempre nos dijo que lo que hiciéramos teníamos que hacerlo a full, dejar todo. Mi hermano es un fanático del fútbol como él y trabajan juntos. Esa pasión yo la tengo puesta en la ganadería. Este año vamos a hacer nuestro segundo remate, el próximo 6 de septiembre, y esta es la primera vez que venimos a Palermo”.







