Para Inés el partido ya empezó. Empezó hace rato. Incluso mucho antes de que Alberto Fernández, con el Frente de Todos, se impusiera en las elecciones presidenciales de 2019. Inés es Inés Arrondo. Es Ney, apodo que le “regaló” Luciana Aymar, en honor a una amiga de la infancia de la rosarina. Inés es la Leona campeona del Mundo y doble medallista olímpica. Es la que dio los últimos trazos al dibujo que forjó el mito de Las Leonas durante los Juegos de Sydney 2000. “La postura corporal de esa leona no estaba en reposo, sino que se estaba levantando para ir a pegar un zarpazo. Tenía algunos trazos de las leonas de los frisos persas, de ese ejército conquistador que estaban en los libros de arquitectura de mis viejos. Ese símbolo tuvo algo muy lindo: el sentido de los colectivo principalmente. Porque, en realidad, es un símbolo que representa el significado que tiene todo ese equipo reunido, todas esas mujeres juntas. Era lo que representábamos todas juntas, que era algo mucho más grande que cada una individualmente”, le contó en 2020 al sitio Enganche.
Su debut con la camiseta de Las Leonas (125 partidos internacionales y 25 goles) fue en 1997 y en los Juegos Panamericanos de Winnipeg 1999 logró su primer título con el equipo. Cuatro años antes, haber presenciado los Juegos en vivo en el Campo de Deportes de su Mar del Plata natal, la habían marcado para siempre. “Los Juegos Panamericanos del ’95 tuvieron un sentido muy especial en mi vida, sin dudas fueron los que me inspiraron a apostar a mi carrera deportiva”, recordó tras su retiro. Comenzó a jugar al hockey sobre césped en Universitario de Mar del Plata, luego pasó a Saint Catherine’s cuando se mudó a Buenos Aires para emigrar a España, donde compitió para tres clubes españoles. Doble medallista olímpica (plata y bronce, respectivamente, en Sídney 2000 y Atenas 2004) y campeona mundial en Perth 2002.
Inés es esa leona que, en presente, añora ese pasado de gloria deportiva, pero a la vez fue la primera mujer que asumió el puesto de Secretaria de Deporte de la Nación, como sucesora de Diógenes de Urquiza en la degradada Agencia Macrista. Y ahora da un paso más al convertirse en la primera presidenta mujer del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD), en reemplazo de Gerardo Werthein, hasta ayer presidente del Comité Olímpico Argentino (COA).
Inés es quien, en 2018, sentó su postura favorable respecto al aborto legal, seguro y gratuito. Lo hizo, en tiempos de redes sociales, a través de un tuit fijado durante muchos meses en su cuenta en el que clamaba, como miles de mujeres, por el #NiUnaMenos para que “no obliguemos a miles de mujeres a la clandestinidad o a terminar muertas por interrumpir un embarazo”. A los 43 años (28 de noviembre de 1977), Arrondo siente que el alto rendimiento la curtió para hacerse cargo de un puesto que históricamente tuvo siempre a hombres liderando y asume que, en los nuevos tiempos que corren, la mujer puso en tensión moldes, roles y preceptos que empiezan a deshilacharse en pos de una sociedad verdaderamente inclusiva.
Su batalla, según contó en varias oportunidades, no es otra que la de la inclusión. En sus palabras: “Lo lindo que pasó con el hockey sobre césped es que miles de nenas empezaron a pedir jugar al hockey con todo lo que pasó con Las Leonas hace años y se mantuvo. Por eso empezaron a pedirle a sus familias que querían eso. Y eso generó una demanda en las que los clubes debieron prestar atención. Se empezó a dar esa discusión hacia adentro de las estructuras del deporte. Eso fue alucinante, que se de esa discusión está buenísimo. Profesores de educación física que tuvieron que aprender de hockey porque no había muchas entrenadoras o entrenadores para poder abarcar esa demanda”.
Tras abandonar el alto rendimiento deportivo, Arrondo volvió a Mar del Plata pero algo estaba latente en ella. “En algún momento decidí involucrarme en la política, entendiendo que es el espacio desde el cual vamos a poder hacer nuestras grandes transformaciones como sociedad. Entonces, me parece importante que todas las personas en general, desde el ámbito en el que estén, se involucren. Nuestra generación vivió momentos de la política muy complejos. Nacidos muchos en tiempos de dictadura, atravesamos todos los ´90 y las políticas neoliberales. Vi a mis viejos entregar nuestra casa hipotecada porque no tenían trabajo. Todo eso de alguna manera fue muy movilizante y nos mostró lo que representa la política para determinadas ideologías. Porque la política es una herramienta y lo que define cómo se utiliza son las ideologías”, explicó. Y agregó: “Creo que a partir de los gobiernos de Néstor [Kirchner] y Cristina [Fernández] empecé a sentir cuál era el sentido de la política utilizada en pos de la justicia social, de la redistribución, de las posibilidades, del acceso de derechos. Y ahí es donde empiezo a involucrarme un poco más o a sentir que es un ámbito desde donde se podían hacer grandes transformaciones positivas. Después, con el gobierno de [Mauricio] Macri, empiezo a definir el hecho de involucrarme. También me agarra en un momento de mi vida en el que ya no estaba abocada a mi carrera deportiva y priorizando eso. Y en ese momento, post carrera, me acerco a la función pública a trabajar en el desarrollo del deporte en mi ciudad, decido regresar a Mar del Plata para involucrarme ahí y comienzo a trabajar en la Secretaría de Deportes de Mar del Plata y a entender en profundidad todo lo que tiene que ver con la función pública y el sentido que tiene”.
Al asumir la presidencia de la Secretaría de Deportes de la Nación, Arrondó precisó que se encontró “con un deporte degradado en todo sentido: estructuralmente, presupuestariamente –contó–. Los últimos tres años se asignó prácticamente el mismo presupuesto al deporte. Y, por otro lado, complicado en sus estructuras en cuanto a la participación de las personas porque durante el gobierno anterior las políticas macroeconómicas impactaron mucho en la economía familiar y eso hizo que muchísimas personas se alejaran del deporte, muchísimas familias tuvieron que repensar a qué destinaban los recursos. Recayó muchísimo el poder adquisitivo de las familias y eso hizo que se alejaran de los clubes que son los principales promotores del deporte en el modelo argentino de desarrollo deportivo”.
La hora de Arrondo está en su momento más alto. No empezó ayer, es cierto. Se inició como dirigente tras su retiro como jugadora de hockey sobre césped cuando promocionó un programa social para el Ente Municipal de Deportes de Mar del Plata para el desarrollo y la promoción de su disciplina durante más de cindo años. Luego se sumó al frente político Cumplir, el espacio que comandó Florencio Randazzo en las elecciones de 2017, en las fue candidata a senadora provincial por la quinta sección electoral. Al tiempo vino la presidencia de la Secretaría de Deportes de la Nación y, ahora, en concordancia, la del ENARD. Feminista y militante por el aborto legal y gratuito, Arrondo está ante la gran oportunidad de potenciar a los atletas argentinos: los que viven la excelencia deportiva y aquellos que bregan por un apoyo más ecuánime que les permita llegar a la cima de la pirámide del deporte.
