Se iniciaba el año 2019 con un River Plate viviendo un presente de ensueño después de haber ganado el partido más importante de toda su historia: apenas un puñado de días antes había superado a Boca Juniors, el rival de toda la vida, nada más ni nada menos que en el marco de la gran final de la Copa Libertadores de América disputada en Madrid.
Como consecuencia de ello, el equipo por entonces dirigido por Marcelo Gallardo se metió de lleno en el mercado de pases buscando refuerzos de jerarquía para sostener e incluso mejorar aquella actualidad fabulosa. Y así fue como varios nombres propios comenzaron a acaparar la escena del día a día de la institución del barrio porteño de Núñez.
Así fue como empezó a crecer la figura de Luis Fernando Díaz, un extremo que venía deslumbrando a propios y extraños con la camiseta de Junior de Barranquilla. El nacido en Barrancas, La Guajira, había dado sus primeros pasos en Barranquilla FC y venía marcando diferencias de forma contundente con los colores del Tiburón.
El fichaje que no pudo ser
Lisa y llanamente, Junior puso sobre la mesa una exigencia contundente: 10 millones de dólares por el total de la ficha de Luis Díaz, que paralelamente estaba haciendo sus primeras armas con la Selección Colombia. En aquel entonces, River no contaba con la capacidad económica para hacerle frente a un desembolso de dinero semejante.
Antonio Char, en aquel entonces presidente de Junior, fue inflexible en torno a su postura. Sin embargo, posteriormente surgió una nueva alternativa para la dirigencia encabezada por Rodolfo D’Onofrio en su afán de hacerse con los servicios de un futbolista que había cautivado por completo al cuerpo técnico de Gallardo.
¿Cuál? 6 millones de dólares por el 60 por ciento del pase de Díaz. Ante este acercamiento, los de Núñez hicieron un ofrecimiento formal que se tradujo en 5 millones de la propia moneda estadounidense por el 70 por ciento de la ficha del colombiano. Allí fue cuando creció la expectativa y el acuerdo estuvo a punto de concretarse.
Sin embargo, luego de algunas idas y vueltas, Junior terminó bajando el pulgar definitivamente, considerando que los números ofrecidos por River eran insuficientes teniendo en cuenta el rendimiento y el potencial del jugador. Así fue como las negociaciones se rompieron por completo y nunca más volvieron a retomarse.
Díaz y River, por caminos separados
Finalmente, el Millonario finiquitó las llegadas de Matías Suárez y Jorge Carrascal para reforzar su ofensiva. Por su parte, el jugador permaneció durante otro semestre en la propia entidad colombiana, sin exponer el nivel que había deslumbrado a todos en 2018 pero despertando el interés de un peso pesado como Porto.
Por ello es que, a mediados de 2019, la popular entidad portuguesa terminó pagando 7,2 millones de euros por el 80 por ciento de los derechos federativos de Luis Díaz. De esta manera, Junior conservó una porción de la ficha de un gran talento y más tarde terminaría sacándole rédito con el estruendoso pase hacia Liverpool.
Díaz y un crecimiento fenomenal
Pasa el tiempo y en River se lamentan cada vez más por no haber hecho un esfuerzo todavía mayor por Luis Díaz. Es que, después de llegar a Europa, el colombiano creció a pasos agigantados, transformándose primero en una figura excluyente de Porto y posteriormente en uno de los hombres más desequilibrantes de la Premier League de Inglaterra en Liverpool.
A su vez, al mismo tiempo, el extremo que hoy tiene 27 años de edad es un futbolista indiscutible dentro del once titular de Néstor Lorenzo en una Selección Colombia que logró pisar fuerte en la presente edición de la Copa América. Sí, la historia de un fichaje frustrado que no deja de amargar a los hinchas del elenco Millonario.
Encuesta ¿River debió pagar lo que pedía Junior?
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