Este martes, Universidad de Chile oficializó a su quinto refuerzo para la temporada 2025 y se trata del ex jugador de Huachipato y Estudiantes de La Plata, Javier Altamirano.

El mediocampista superó un duro episodio que le tocó vivir durante un duelo del Pincharrata y Boca Juniors en marzo pasado, cuando una trombosis del seno longitudinal superior en el cerebro, obligó a recibir rápida atención médica y ser llevado de manera urgente a un centro asistencial.

Pero poco a poco, Javi deja eso atrás y ya se viste de azul como nuevo refuerzo del Romántico Viajero para lo que serán los torneos locales y por cierto, la Copa Libertadores de América.

Sin embargo, esta llegada al equipo que dirige Gustavo Álvarez responde también, mucho más allá de lo deportivo y los grandes desafíos, si no que algo mucho más profundo que involucra a su familia.

Altamirano y la razón por la que llega a la U

En conversación con el sitio oficial del club, Javier Altamirano, quien en 2019 se cambió el apellido Urzua al actual por homenaje a su mamá y a sus abuelos, explicó que fue lo que lo motivó a llegar al cuadro azul.

“Mi abuelo falleció y él siempre me dijo que le gustaría que yo jugara en la U, asi es que con mucha ilusión”, afirmó el talentoso futbolista, quien agregó otro aspecto más a esta confesión.

“Siempre tenía eso desde que falleció, un beso al cielo, quise jugar acá. Me motiva demasiado”, agregó Javier a esta notable conversación, dando cuenta de lo importante que es para él llegar al CDA.

Finalmente, reveló que es lo que hará cada vez que le toque jugar en los azules. “Entregarme al máximo y mi proyecto de jugar es crecer, tener este nivel de competencia y no bajar de ese peldaño. Me siento capacitado para rendir a un altísimo nivel”, cerró Altamirano.