Pareció, durante el mercado de transferencias, que Maxi Meza dejaría Rayados de Monterrey para jugar en Boca. Sin embargo, este contó que su entrenador Diego Alonso fue fundamental para que se quedara en el fútbol mexicano.
La directiva del equipo regiomintano hizo valer a su futbolista pidiéndole al Xeneize alrededor de 18 millones de dólares para soltarlo.
Boca no estaba dispuesto a pagar esa suma, pero contaba con que Meza presionaría para que lo dejaran salir, situación que, según reveló el propio jugador, no le fue cómoda.
"Fue algo difícil porque creo que Boca quería que me fuera mal de Monterrey y no es así, no es esa situación. Creo que si Boca hacía las cosas bien hubiese sido jugador de ellos. Pero los dirigentes y el club me cuidaron mucho, siempre apostaron hacia mí y eso tiene un valor increíble. Fue algo muy bueno que los dirigentes de Rayados se pusieran firmes y eso aseguró mi estadía acá", expresó en una entrevista que concedió a Multimedios Deportes.
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Meza destacó también que su familia fue muy importante para que decidiera quedarse en Rayados, ya que contó que se han adaptado muy bien a la ciudad de Monterrey. Además, dijo haber tenido la certeza de que mejoraría mucho en este semestre la producción que tuvo en el anterior y esa fue la apuesta por lo que decidió arriesgar.
“Yo creo que a medida que van pasando los partidos uno se va sintiendo cómodo. Por ahí de visitante me está costando un poco más. Cuando no estoy fino con la pelota, trato de hacer un sacrificio, aportar otras cosas que por ahí son útiles", concluyó.