En la historia de Cruz Azul hay más de un caso de aquellos jugadores que pintaban para figuras indiscutidas, pero que terminaron portando la playera sin pena ni gloria. También, están aquellos que no pudieron lucir y que, a la postre, se destacaron en otros lugares. 

El caso más representativo es el de Javier Aquino, quien, si bien tuvo un gran paso por la Máquina, lo que le abrió las puertas a Europa, en su vuelta no ha parado de sumar títulos con Tigres, a pesar de haber nacido de la cantera cementera. 

Ricardo Osorio es otro de los grandes casos. El defensor nació en las fuerzas básicas de Cruz Azul, aunque nunca pudo darle un título a su formador. En cambio, fue campeón en Stuttgart, jugó el Mundial de Alemania y, en su regreso, alcanzó la gloria con Monterrey

Otro caso es el de Israel López, quien estuvo un año en las filas celestes sin destacar. Sin embargo, fue campeón liguero tres veces con el Toluca, una Copa de Campeones CONCACAF y jugó los Juegos Olímpicos de Atenas. 

Si bien Jair Pereira consiguió la Copa MX del 2013, en Guadalajara pudo producir muchos más títulos en el mismo tiempo que en su paso por Cruz Azul. En Chivas, fue importante para la obtención de 4 títulos. 

Teófilo Gutiérrez es un caso que no se podía dejar pasar. Luego de llegar como el gran delantero, el colombiano estuvo nada más que 6 meses en tierras aztecas hasta irse a River, donde consiguió la Copa Libertadores y otros 8 títulos en cuatro países distintos. Como si fuera poco, fue nombrado el mejor jugador sudamericano en el 2014 y disputó el Mundial de Brasil de ese año con la selección colombiana. 

Entre otros casos recientes, se encuentran Iván Marcone, multicampeón en Argentina, pero con un fugaz paso por el Estadio Azteca, y Pol Fernández, otro campeón en Argentina, pero que en Cruz Azul no pudo demostrar su talento en el poco tiempo que estuvo.