Tras la Asamblea de Dueños que se realizó el día martes, hoy se conoció que la FMF decidió desafiliar a Fidel Kuri y liquidar a todos los jugadores con el fondo que tiene la Federación. 

Pero los Tiburones Rojos no son los primeros que se ven obligados a "desaparecer" por problemas administrativos. De hecho, serían el quinto. 

El año 2003, en el Clausura, COLIBRÍES solo alcanzó a participar seis meses en la Liga MX pues se vieron envueltos en problemas de infraestructura, mala organización y deudas económicas con sus jugadores. Su propietario no pudo cubrir los gastos que significan tener a un equipo en Primera Divisón y finalmente tuvieron que dar un paso al costado. 

Después del Clausura 2004 vino uno de los casos más recordados. QUERÉTARO e IRAPUATO fueron comprados por la FMF para después desaparecer las franquicias, ya que se reveló una investigación de la entonces Procuraduría General de la República (PGR) que investigaba ambos clubes por presunto lavado de dinero.

El 2014 nuevamente Querétaro perdió su sitio en la Liga MX debido a los problemas de su dueño, Amado Yañez, quien tenía vínculos con la empresa Oceanografía. Los actos delictivos le costaron la desafiliación a los Gallos Blancos. 

CHIAPAS en 2017 fue desafiliado después de concretar su descenso en el torneo de Clausura. Las deudas que presentaba la familia López Chargoy con el cuerpo técnico y los jugadores, terminaron por desaparecer a los Jaguares del certamen de Ascenso. 

Hay otros casos como el de los Indios de la ciudad de Juárez, que descendieron el 2010 y nunca más regresaron a Primera División. Dos años después desaparecieron de los registros cuando fueron desafiliados por no pagar salarios.