Cuando Atlas y Toluca estaban a punto de marcharse sin goles a los vestidores en el Estadio Jalisco, William Da Silva dispuso lo contrario y anotó el 0-1 a los 40 minutos.

El contención brasileño recuperó el balón en tres cuartos de cancha, traslado muy bien y sacó un zapatazo desde 25 metros que se le clavó al portero colombiano de La Academia, Camilo Vargas.

El zurdo ex-América enmudeció el inmueble en Guadalajara y, como suele hacerlo, le agradeció a Dios en el festejo antes de abrazar a sus compañeros más cercanos.

Da Silva es una pieza para el cuestionado Ricardo La Volpe en el equipo y su tándem con el argentino Federico Mancuello en el mediocampo ha sido de lo poco rescatable de los Diablos Rojos en este certamen.