Por ahí no fue alguien que se resaltó como otras de las grandes estrellas que la Selección de Brasil, pero su arribo al fútbol grande este país y el mundo generó impactó y mucho en una era donde Ronaldo, Ronaldinho y Kaká ya desplegaban magia en Real Madrid, Barcelona y Milan respectivamente. Se trata de Adriano Leite Ribeiro, siempre definido como Adriano, quien merece una página especial en el recorrido histórico de la Copa América.

Su carrera arrancó en el 2000, pero desde 2002 hasta el 2006 fue quizás uno de los delanteros más destacados del fútbol mundial. Sin embargo, el fallecimiento de su padre en el 4 de agosto de 2004 lo condujo a una fuerte depresión, pese a que luego efectuó dos grandes temporadas goleadoras con Inter de Milan. Pero después del Mundial de Alemania 2006, el único donde supo decir presente, su carrera fue decayendo por el alcoholismo y hasta declarándolo con problemas de drogas. Si bien pudo superar esta batalla, el "Emperador" jamás pudo ser el de antes en su retorno al fútbol.

Pero de todos modos, el repaso comprenderá la etapa de mejor momento para este artillero que gozaba de una zurda letal, con una potencia poco visto en el fútbol a la hora de impactar la pelota, un físico ideal para ser delantero de área y con mucha velocidad en sus movimientos. En la Selección "Verdeamarela" participó, además de la cita mundialista antes dicha, de las Copa Confederaciones 2003 y 2005, siendo esta última la que culminaron como campeones, con una marca de 7 goles en 12 partidos. Pero aún no se cuenta lo que hizo en su única vez en el certamen sudamericano...

¿Cómo le fue a Adriano en la Copa América?

Solamente una vez dijo presente el hombre de Río de Janeiro en la Copa América, siendo la edición de Perú 2004. Junto con Luis Fabiano compusieron la dupla de ataque en la cual llovían goles de todo tipo, aunque la mayor imagen se la llevó el hombre que por ese entonces formaba parte del cuadro de Milán.

En la segunda fecha de la fase de grupos, los liderados por Carlos Alberto Parreira golearon a Costa Rica por 4-1 y Adriano estampó uno de los dos Hat-Trick del certamen, siendo el argentino Javier Saviola el otro en hacerlo. Después hay que repasar los tres duelos de eliminación directa, donde la injerencia del hoy hombre de 39 años fue más que decisiva.

Primero, en los cuartos de final, el "Skratch" se vio las caras con México para aplastarlo por 4-0 con dos tantos del artillero que supo vestir la camiseta de Flamengo. En semifinales, en lo que fuera la victoria por penales ante Uruguay, el mismo delantero anotó en el 1-1 gestado en los 90 minutos de juego. Por último, en una reñida final que debió definirse desde los 12 pasos, Adriano no solamente marcó el 2-2 a los 93 minutos de partido, sino que abrió la tanda marcando uno de los cuatro con los que Brasil luego se consagró campeón por, en ese entonces, séptima ocasión de su historia.

Es cierto que él fue responsable del deterioro de su carrera, pero el público futbolero sabe que Adriano dejó muchas preguntas en el aire, principalmente si podía ser algo más que Romario, Rivaldo o incluso Ronaldo para la historia de Brasil.