Así como ocurrió en Colombia, los argentinos tenían muchas expectativas con el debut de su selección en la Copa América. Cada 4 años, siempre son los candidatos a conquistar la gloria sudamericana.

Sin embargo, toda la ilusión empezó a mermar con el primer juego contra Colombia. El primer baldado de agua fría llegó con la anotación de Roger Martínez. Le rompió el arco a Franco Armani y en Argentina ya presentían que la noche iba a ser larga.

 Luego, unos minutos más tarde llegaría el golpe definitivo y el que derrumbó cualquier ilusión de Argentina para empatar. Duván Zapata perforó el área de Franco Armani y puso el 0-2 sin mucha resistencia del rival.

 

Un golpe duro para los argentinos, pero no uno definitivo. En Sudamérica ya hemos sido testigos de como la Albiceleste se recupera en momentos de crisis. Del otro lado de la moneda, la confianza y el buen ambiente están arriba.