Nicolás De La Cruz ya entró en la lista de los tantos jugadores que comenzaron sin poder demostrar su máximo potencial en el River de Marcelo Gallardo pero con el tiempo, terminaron siendo más que importantes para el equipo.
El uruguayo era muy resistido por la gente y cada vez que tenía la oportunidad de sumar minutos, no cumplía con las expectativas. Pero desde la partido de Gonzalo Martínez, todo cambió.
Él apareció como el reemplazante directo del ‘Pity’ y de la mano con la titularidad, aparecieron los goles importantes y los buenos rendimientos.
“Tuve que superar muchos obstáculos que eran propios de un jugador joven que llega a un fútbol diferente y también tuve que mejorar en lo extrafutbolístico. La gente siempre espera un buen rendimiento de un jugador que llega del exterior y yoencima venía con la presión de ser el hermano de, que hace que te miren de otra manera. Era normal en su momento el malestar de los hinchas, lo entendía. Y hoy por hoy puedo decir que me gané mi nombre a base de esfuerzo, pero no fue nada fácil”, le contó a La Nación.
ver también
Christian Martin se la pudrió a Boca: "La vacuna de Núñez tiene 100% efectividad"
Además, resaltó la figura de Sandra Rossia, la especialista en medicina del deporte que se ocupa del aspecto psicológico de los jugadores: “Siempre sentí la confianza del entrenador y mis compañeros. También fue fundamental Sandra, los profes y los kinesiólogos por las lesiones que sufría. Sandra es fundamental para nosotros.Es nuestra mamá. Nos da muchas herramientas para que después dentro del campo se nos haga todo más sencillo. Siempre está ahí. Yo hice muchos trabajos para manejar la ansiedad y tomarme más segundos para pensar.También para mejorar la visión periférica, buscar espacios libres y trabajar la velocidad mental. Son aspectos que se trabajan en el día a día y después te das cuenta que te sirven muchísimo para resolver mejor una jugada”.
Para finalizar, hizo foco en el partido que para él, fue un antes y un después en su paso por el Millonario: “El click se empezó a dar a medida que fui entendiendo lo que es el mundo River y el lugar en el que estaba. No podía quedarme solo con llegar, sino que quería mantenerme durante mucho tiempo en un club tan grande. Y tuve un partido clave en Brasil contra Inter que hice un gol de tiro libre. Ese día sentí un alivio y sabía que era el momento”.
Aquel duelo fue el 3 de abril de 2019 por la fase de grupos de la Copa Libertadores, estampando él el 2-2 definitivo tras un hermoso tiro libre.