El 24 de noviembre del pasado 2018 el fútbol se había vestido de gala para presenciar un hecho histórico: River y Boca definían la final de la Copa Libertadores.
Sin embargo, ese mismo día el fútbol argentino y sudamericano quedó marcado para siempre: el micro del Xeneize fue agredido por fanáticos del Millonario y el cotejo fue suspendido.
Días más tarde se definió que la vuelta se iba a disputar en Madrid, donde los comandados por Marcelo Gallardo levantaron el título imponiéndose por 3 a 1.
Desde el momento en el cual el incidente se produjo, desde Boca el objetivo fue claro: ir hasta las últimas consecuencias para que se haga justicia (al recibir la propuesta negativa de Conmebol de darles la serie por ganada se decidió agotar todas las instancias posibles al ir al TAS, donde la situación se encuentra estancada hoy en día).
Ahora, según informó AS, fue River el siguiente en realizar su correspondiente jugada: fruto del reclamo Xeneize, la institución de Núñez hizo su descargo ante el Tribunal Arbitral del Deporte.
Cabe señalar que para conocer la decisión final aún queda mucho, dado que se especula que el fallo definitivo se presentará sobre el final del año 2019.