Luego de desempeñarse durante varios años en varias instituciones de gran jerarquía del futbol europeo, Dani Alves tomó la decisión de regresar a su Brasil natal para cumplir con uno de los sueños que mantuvo vigente con el correr de los años: jugar en el San Pablo. Así, a mediados del 2019, el mítico futbolista armó sus valijas y arribó a su querido Tricolor.
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Recibido con honores y haciéndose dueño del dorsal número 10, el ex Barcelona, Juventus y París Saint-Germain, pese a su avanzada edad, tardó poco en adaptarse a las exigencias de la institución paulista, ofreciendo una versión renovada y con hambre de gloria a sus 36 años para aquel entonces.
En las últimas horas, distintos portales de Brasil coincidieron al marcar que Dani tenía chances de saltar a nada más ni nada menos que el Flamengo, otro de los clubes más destacados de su país de origen. El rumor comenzó a circular a raíz del arribo de reemplazante de Jorge Jesús al banco de suplentes del equipo campeón de América: Domènec Torrent. Dicho entrenador, en su momento, supo ser nada más ni nada menos que el asistente de Pep Guardiola durante su etapa al mando del conjunto Culé.
Instalado el rumor, Alves se encargó de desactivar la bomba y dejar las cosas en claro en las últimas horas. Mediante una conferencia de prensa virtual, el defensor dejó en claro que San Pablo será su único hogar mientras juegue en Brasil. “Una cosa que quiero dejar en claro para no tener otra vez que hablar de lo mismo: en el único club de Brasil en el que jugaré es en San Pablo. Si sale cualquier otra información de otro club, pueden decir que es mentira“, afirmó.
Exteriorizando que seguirá en el club paulista y que su anhelo y sed de gloria no están atravesados por algún factor de índole económico, el defensor agregó: “Que quede claro que el único club es San Pablo. Es un sueño desde chico. Estoy acá en Brasil en busca de un sueño, no por lo económico, por dinero…”.